La profesora de Historia Medieval de la Universidad de Oviedo, Isabel Torrente Fernández, pronunció el martes la conferencia «En torno a los orígenes de Oviedo» en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA, en la que abordó la problemática que suscita como fuente documental el llamado «Pacto de San Vicente» con respecto a la fundación de la ciudad.

Al inicio de su intervención, Isabel Torrente hizo alusión a la existencia de fuentes falsificadas, interpoladas o manipuladas que en ocasiones, según la profesora de Historia Medieval, «dejan para la posteridad un pasado, que responde a los intereses del presente de las personas que manipulan esas fuentes».

En el acto, que forma parte del ciclo de conferencias sobre celebraciones del 2008, también participó Javier Rodríguez Muñoz, director del Club Prensa Asturiana de LA_NUEVA_ESPAÑA, que señaló que pese al conocimiento que se tiene de la existencia de algunos castros cerca de la zona de la ciudad, o incluso la existencia de una villa tardorromana en donde hoy se levanta la Facultad de Medicina, «sigue siendo un misterio qué había en el solar donde se asentaron los no menos enigmáticos Máximo y Fromestano».

En la conferencia, Isabel Torrente explicó que la historia en la que se describe la fundación del monasterio por parte Máximo y Fromestano, se recoge en el Pacto de San Vicente, fechado en el año 781, y del que sólo se conserva una copia hecha en siglo XI o XII. Este documento, indicó la experta, plantea varios problemas como anacronismos o interpolaciones «de manera que las dudas acerca de la autenticidad de los hechos que relata han aumentado de manera creciente».

Poblamiento monacal

Durante su exposición, Isabel Torrente defendió la tesis de que en Oviedo hubo un poblamiento monacal, en torno al cual creció la ciudad que fue progresivamente consolidándose en lo institucional; y que según la profesora, nació en un proceso anterior al que relata el documento de San Vicente, del que Máximo y Fromestano pueden considerarse como «símbolos entrañables, pero que no hay pruebas para su realidad», manifestó la experta.

Uno de los problemas que presenta este documento se percibe cuando en éste se hace mención a la Regla de San Benito, «un anacronismo para esta época y en este territorio», afirmó Torrente. Otra incertidumbre que explicó la experta, es que en esta fuente aparece el elemento de la «pressura», una forma en la que se adquieren derechos sobre la tierra al llegar a un lugar sin ningún habitante y sin roturar, sin embargo, «las cartas arqueológicas de los entornos de Oviedo muestran que hubo un poblamiento ya desde antiguo», señaló Torrente, y añadió «es muy extraño que esta zona estuviese en el siglo VIII ya sin ninguna dominación».

Presentado lo anterior, la profesora de la Universidad de Oviedo hizo la siguiente pregunta a manera de respuesta hipotética: «¿Este documento fue hecho para legitimar unos derechos por parte de los monjes de San Vicente del siglo XII sobre el solar que habitaban para tener documentos jurídicos al respecto?».

Por otro lado, la profesora de Historia Medieval también expuso algunos restos arqueológicos que demuestran la existencia de un poblamiento en el solar del Oviedo histórico antes de la fundación de Máximo y Fromestano, como la llamada estela del navegante, el sarcófago de Itacio o un capitel tardorromano encontrados en la capital asturiana y que, según explicó en su charla Isabel Torrente «contradicen el documento Pacto de San Vicente».