El profesor de la Universidad de Santiago de Compostela Luis Caramés Viéitez es el autor, junto con su colega María Cadaval Sampedro, del trabajo «Costes de capitalidad. Estudio de un caso: Santiago de Compostela». Se trata del único estudio en España que se preocupa del análisis económico sobre la financiación de la capitalidad. La ciudad de Santiago de Compostela tiene reconocida su condición de capital de Galicia tanto en el Estatuto de Autonomía como con una ley específica que estipula que la ciudad ha de recibir una compensación económica por ostentar la capitalidad, tal y como reclama el alcalde de Oviedo, Gabino de Lorenzo, apoyado por el PP asturiano.

-Desde 2002 Santiago cuenta con un estatuto de capitalidad que la reconoce formalmente como capital de Galicia. ¿Cree conveniente que todas las capitales autonómicas tengan este reconocimiento explícito?

-Cuando una ciudad centro ofrece bienes y servicios públicos no sólo se benefician de ellos sus residentes, sino que, como consecuencia de múltiples factores -en este caso la capitalidad-, atrae a ciudadanos de otros lugares que no contribuyen a su financiación. En ausencia de otros mecanismos, un Gobierno de nivel superior, el Gobierno autonómico, debe compensar los mayores esfuerzos que para las arcas municipales suponen los gastos extraordinarios por ser la capital.

-La misma normativa también prevé una financiación específica para atender la condición de capital de Santiago.

-La ley de Capitalidad aprobada en el año 2002 prevé una financiación adicional para el municipio de Santiago de Compostela por ser capital de comunidad autónoma. En el año 2004, Santiago recibe por primera vez esta financiación, que inicialmente se estableció en 1,5 millones de euros, con la promesa de que esta cantidad iba a ir aumentando cada año hasta alcanzar los 3 millones de euros que hemos calculado que es el coste de la capitalidad de Santiago. Las conversaciones mantenidas recientemente entre el alcalde y el presidente de la Xunta permiten abrigar esperanzas respecto a una actualización de esa compensación.

-¿Cómo llegó Santiago a beneficiarse de esta ley?

-La iniciativa fue del Ayuntamiento de Santiago, si bien estuvo respaldada por todos los grupos políticos. De hecho, cuando se aprueba la ley de Capitalidad, los colores políticos del municipio y de la comunidad autónoma son distintos, pues se aprueba bajo el Gobierno autonómico de Manuel Fraga, estando el PSOE en el municipio.

-Su estudio muestra un cálculo de los costes de capitalidad para Santiago e identifica una serie de costes derivados de exenciones tributarias de edificios, costes de cogestión, servicios municipales, seguridad y utilización del espacio físico por las instituciones. ¿Se pueden aplicar los mismos parámetros para calcular los costes de capitalidad de cualquier ciudad?

-Cada realidad espacial es única, por lo tanto, aunque el esqueleto principal de un estudio de costes de capitalidad pueda ser común, hay que valorar la realidad de cada municipio. Así, por ejemplo, no puede pesar igual la variable inmigración como coste de capitalidad en Santiago de Compostela que en Madrid. Cada realidad es distinta, por lo que los estudios acerca de los costes de capitalidad han de adaptarse a esa realidad. No es comparable tampoco, por ejemplo, el espacio no tributable ocupado por el cuerpo diplomático y consular en Madrid que en Oviedo.

-El estudio también menciona, entre los costes de capitalidad, lo que le cuesta al Ayuntamiento reservar terrenos institucionales en los planes urbanísticos.

-Efectivamente, es lo que se conoce con el nombre de coste de oportunidad. O lo que es lo mismo, hemos hecho una valoración de lo que el Ayuntamiento deja de ingresar en concepto de impuestos locales por tener que reservar estos terrenos para uso de la Administración y no destinarlo a otros usos alternativos.

-En Oviedo, PSOE y PP municipales coinciden en que la ciudad debe cobrar por ser capital, pero con matices. Por ejemplo, los socialistas temen que lo que se gane por un lado se pierda por otro. ¿Santiago ha visto reducidas otras partidas económicas en los presupuestos por la financiación de la capitalidad?

-No, en Santiago la capitalidad ha sido una financiación adicional a la que venían recibiendo, sin que las otras partidas se viesen minoradas.

-¿Las sedes deben estar siempre en la capital o no pasa nada si algún organismo se ubica en otra ciudad de la comunidad? En este último supuesto, ¿la segunda ciudad debería cobrar también alguna compensación por acoger estos servicios?

-Cada territorio habrá acordado resolver este asunto a su manera. La lógica de la compensación de costes está muy relacionada con el efecto capitalidad, que es tanto más intenso cuanto mayor es el número de sedes autonómicas radicadas en una ciudad.

Luis Caramés Viéitez

es catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Santiago de Compostela. Entre otras funciones, también es coeditor de la revista internacional «Urban Public Economics Review»; director ejecutivo del plan estratégico de Santiago de Compostela, presidente de la Organización de Economistas de la Educación (OEE) y presidente de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas. La coautora del estudio sobre los costes de capitalidad de Santiago es María Cadaval, profesora de Hacienda Pública de la Universidad de Santiago.

«Santiago recibe desde 2004 una compensación de 1,5 millones de euros de la Xunta, con la promesa de ampliarla a 3»

«La capitalidad es una financiación adicional a la que se venía recibiendo, sin que otras partidas se viesen minoradas»

«El efecto capitalidad es más intenso cuanto mayor es el número de sedes autonómicas radicadas en una ciudad»

«Nuestro estudio ha servido como base para la negociación del importe a percibir en concepto de costes de capitalidad»