Magnífico Portela para la actuación en la Fábrica de Gas. Sigo su carrera por Nacho Menéndez y su hijo Pablo, arquitectos asturianos radicados en Vigo, colaboradores y amigos de este gallego tierno y temperamental. Hombre comprometido, Portela destacó en los 70 con sus viviendas para gitanos, inspiradas en carromatos; fue Premio Nacional con la Estación de Autobuses de Córdoba, autor de obras en Cuba, Venezuela, Japón, con el puente Azuma, sobre el río Uchikawa... y de un cementerio en Finisterre, de morirse, auténtico poema de cajas. Coautor también, junto con Aldo Rossi, del Museo del Mar, en Vigo, y ganador del concurso para el Palacio de Congresos de esa ciudad (hoy comienzan las obras) después de superar, entre otros, a David Chipperfield. En su «De Verbum; casa das palabras» subraya el respeto necesario entre proyecto y lugar, y entre lugar y vida. ¡Bienvenido, Portela!