E. F.-P. / P. G.

La dirección de la Fábrica de Armas de La Vega informó ayer a los representantes de los trabajadores de que su decisión de repartir la producción entre las factorías de Trubia y La Coruña y trasladar al personal de La Vega a Trubia es firme. Fuentes de la empresa Santa Bárbara Sistemas, S. A. subrayaron que, además, su propósito es «avanzar lo más rápidamente en las negociaciones con los sindicatos» y «no estar sentados debatiendo eternamente». La consigna es, según las palabras de su portavoz, llegar a un acuerdo sobre el futuro de La Vega «lo más pronto posible y con el mayor consenso posible».

Los planes de la empresa consisten en trasladar a la fábrica de La Coruña la producción de armas de 12,7 milímetros de calibre. A la de Trubia se llevará la producción del resto de las armas, así como las municiones, componentes aeronáuticos y otros elementos similares.

En cuanto al destino del personal de la fábrica de La Vega, la patronal sigue adelante con su plan de bajas incentivadas y contratos relevo.

Los sindicatos UGT y CC OO mantienen su posición en la negociación y ayer los representantes de ambas organizaciones coincidían en sus comentarios sobre la escasa disposición de la empresa a modificar su oferta.

El portavoz de UGT, Amador García Fernández, declaró abiertamente a la salida de la reunión que tuvo lugar ayer que «la empresa se mantiene en sus trece». «Lo único que les interesa son los 124.000 metros cuadrados», añadió, y se refirió a las «incoherencias» en las que, según su opinión, apoya sus argumentos.

«Están condenando al sector en Asturias», vaticinó García, que criticó a la empresa por favorecer a otras comunidades autónomas y a otras fábricas en detrimento de la factoría ovetense. «Llevan mintiendo siete años a los trabajadores sobre la privatización», denunció.

Por su parte, Raúl Álvarez Arango, de CC OO, comentó que en Asturias «la empresa sigue manifestando la decisión de acabar con un solo centro de trabajo en Trubia, llevar a todo el personal de Oviedo a Trubia y repartir la producción entre Trubia y La Coruña». La reducción de plantilla, constató, alcanzará a un centenar de empleados a lo largo de los próximos años, hasta 2011.

Al exponer su postura en esta negociación, Álvarez declaró que «seguimos manifestando nuestra oposición al cierre de la fábrica de Oviedo y al de cualquier otra».

Trabajadores y empresa volverán a reunirse hoy para continuar adelante con las conversaciones.