M. PÉREZ

Ignacio Quirós Estremera tenía una moto, una Guzzi California. La Policía Local se la llevó al depósito municipal el 28 de abril de 1993, hace hoy quince años, por un estacionamiento indebido, cuestión con la que el propietario no está de acuerdo. Sin embargo, la cuestión es que, tres quinquenios después, la moto sigue en el depósito municipal y para recuperarla su propietario tiene que pagar casi ocho millones de pesetas por la estancia en el depósito, las «viñetas» y los intereses.

«Es una moto clásica de colección y era mi medio de locomoción. Recuerdo su matrícula, de Valencia, letra AP», explica Quirós Estremera. «Me la secuestraron con abuso de autoridad, prepotencia y chulería en grado superlativo», añade este ovetense, que ha optado por recordar su caso el día en que se cumplen quince años de, como él dice, «el secuestro de mi moto».

«El 28 de abril de 1993 era un día de perros. Llovía a chorros», explica. «Aparqué mi moto en Melquíades Álvarez, y estaba bien aparcada, no estorbaba. Volví a la hora y me encontré con la grúa cargando la moto», asegura.

Ésta fue la última vez que la Guzzi California estuvo en sus manos. No la última vez que la vio. Eso fue hace un par de años, cuando Quirós Estremera se presentó en el depósito municipal de vehículos con un notario para constatar que su moto seguía existiendo. Se temía que le estuviesen reclamando dinero -entonces la cantidad ascendía a unos siete millones de pesetas- por una moto que no existía ya. «Allí estaba mi moto, con desperfectos y oxidada. Sé que en un traslado se les cayó de la grúa. Costaría por lo menos 6.000 euros volver a ponerla a andar», cuenta Quirós Estremera.

Después de que la Policía Local se llevase su moto al depósito municipal de vehículos, Quirós Estremera intentó por todos los medios recuperarla. «Hablé con los concejales, escribí cartas al Alcalde, pero nada sirvió», dice. El asunto también llegó a los Tribunales, pero con resultado negativo para el propietario de la moto. «El informe municipal es lo que prevalece siempre», explica el dueño de la moto.

Cuando se cumplen tres lustros de la estancia de la moto de Ignacio Quirós Estremera en el depósito municipal, él explica que «esto se ha convertido ya en una cuestión de orgullo, porque es mi vehículo y considero que me lo han robado. Es una cosa pública que todo el mundo sabe en esta ciudad», comenta el dueño de la motocicleta.

Por el momento, Ignacio Quirós Estremera no ha decidido si pagará o no la cantidad que el Ayuntamiento le reclama por las «viñetas» y la estancia del su motocicleta clásica Guzzi California durante quince años en el depósito municipal. «Es algo surrealista, como cuando la Policía Local se llevó aquel patinete. Es increíble, cosas que sólo pasan aquí», comenta este ovetense.