Pablo GONZÁLEZ

«No parece que pertenezcamos a la capital del Principado, más bien a un país de África central. Nos tienen olvidados». Los vecinos de la parroquia de Bendones se sienten como si hubiesen desaparecido de los planes de infraestructuras del Ayuntamiento de Oviedo. Ante esta situación, tres de los habitantes de este núcleo rural, Fuensanta Santos, Constantino Argüelles y Enrique Alonso, han decido dar la cara y denunciar las deficiencias que arrastra el pueblo.

Lo más preocupante para este grupo de vecinos se centra en el estado de la carretera que recorre la zona, la ausencia de señalización y la falta de visibilidad en muchos puntos del vial. «La carretera es tan estrecha que dos coches no pueden pasar al mismo tiempo. En las curvas no hay visibilidad, y esto ya ha provocado muchos accidentes», asegura Fuensanta Santos, mientras Constantino Argüelles y Enrique Alonso asienten y confirman cada una de sus palabras. La mala visibilidad, sumada a la maleza que se acumula en las cunetas, aumenta el peligro para los peatones. «Aquí hay muchos niños y personas mayores y para ellos es todo un peligro andar por la carretera», apuntan.

El vecindario asegura haber acudido en reiteradas ocasiones al Ayuntamiento a expresar sus quejas. «Pero ya se sabe que a la zona rural se le hace poco o ningún caso. El dinero que hay es para hacer pirámides», ironiza Fuensanta Santos. Sus reivindicaciones, aseguran, «no son lujos, son cuestiones de primera necesidad». De mano, esperan que los responsables municipales limpien, «al menos tres veces al año», de maleza las cunetas. «Hasta ahora sólo se siega para las fiestas de Naves», comenta el trío vecinal.

Además confían en que se mejore la señalización, sobre todo en dos de los puntos negros del pueblo: en la curva de la escuela y en la curva del Bayón. «De paso tendrían que colocar bandas de limitación de velocidad, sobre todo en la bajada hacia el pueblo», solicitan, ya que la zona se ha convertido en un improvisado circuito para aficionados a las motos de trial y a los quads. «Bajan a toda velocidad y luego llegan los accidentes», insisten.

A todos estos problemas añaden el pésimo estado del firme de los caminos. «Como se están construyendo muchas casas nuevas no dejan de pasar camiones de gran tonelaje cargados de materiales y aparecen multitud de baches. Yo he parcheado algunos, pero esto aguanta poco», descubre Constantino Argüelles.

Las carencias que sufren los habitantes de Bendones, que trabajan en la puesta en marcha de una asociación vecinal, no terminan aquí. Enrique Alonso apunta los problemas con el suministro del agua «y las fugas que se producen en la traída. En la zona alta no nos llega el agua, y en las poblaciones de más abajo la presión es tan fuerte que llega a romper los grifos».

Y para rematar, los vecinos se quejan de las escasas prestaciones de los servicios municipales de autobuses. «Sólo hay un autobús en todo el día. Pasa por la mañana temprano de ida hacia Oviedo pero no lo hay de vuelta», declara Constantino Argüelles. Bendones clama por sus derechos y espera que el Ayuntamiento tenga en cuenta que la zona rural también existe.