Elena FERNÁNDEZ-PELLO

Las obras de reforma del puente de Trubia se reanudarán el próximo lunes, 5 de mayo, y habrán concluido en tres semanas, a más tardar. El trabajo en el puente se interrumpió hace aproximadamente un mes, a la espera de un permiso de la Dirección General de Carreteras para cortar temporalmente un carril de la vía a Proaza.

El concejal de Urbanismo, Alberto Mortera, valoró muy positivamente la eficacia de la Administración regional en la tramitación de ese permiso, imprescindible para continuar adelante con la reforma del puente de Trubia, que, en palabras del edil, constituye «una vía de comunicación central de la localidad».

El buen entendimiento entre el Ayuntamiento y el Principado en este caso es, según Alberto Mortera, «un buen ejemplo de que cuando las administraciones quieren colaborar, se obtienen excelentes resultados», y añadió que de él «podría tomar ejemplo la Administración del Estado, que no ha movido ni un papel para sacar adelante el proyecto de un museo de la industria militar».

Las obras del puente de Trubia, que comenzaron a finales del pasado mes de noviembre, fueron adjudicadas por el Ayuntamiento a la empresa Ceyd, con cuatro meses de plazo de ejecución y un presupuesto, según el proyecto, de 379.432 euros.

El concejal de Urbanismo garantizó que los dos cañones reconvertidos en farolas de la entrada del puente serán restituidos a su lugar, una vez acabada la obra. La Asociación para la Recuperación de la Arquitectura Militar Asturiana (ARAMA), secundada por Asamblea de Ciudadanos por la Izquierda (ASCIZ), había alertado sobre su posible sustitución por otras del modelo Oviedo. Alberto Mortera aseguró que los cañones, de 24 libras y fundidos en Sevilla en tiempos del Felipe V, están a buen recaudo, guardados en la Fábrica de Armas de Trubia y a la vista de todo el mundo, en la entrada principal. El concejal elogió la «singularidad» de estas piezas y se refirió a ellas como «un híbrido singular generado por la cultura industrial».