Pablo GONZÁLEZ

Brandada de bacalao con una crema de setas y crujiente de alcachofa. Éstos son los ingredientes principales que componen la creación gastronómica ganadora de la tercera edición del Campeonato de pinchos y tapas de Oviedo. Bajo el título «Concordia», la restauradora Susana Lorente ideó para el jurado el mejor pincho del concurso, que ayer se cerró con la entrega de premios en el salón Monsacro del balneario de Las Caldas. «Siempre apuesto a caballo ganador, pero en este caso no esperaba que este jamelgo corriera tanto», explicaba tras recibir el galardón Susana Lorente, de la bodega Siete Plazas (calle Cimadevilla), propiedad de Julio Riera.

La nueva ganadora del concurso destacaba la gran calidad de los setenta y seis participantes que se presentaron al concurso. «No he podido probar muchos por todo el trabajo que hemos tenido estos días, pero los que he podido catar son muy buenos», reconocía la nueva poseedora del «Vetusta de oro». El segundo puesto fue para Casa de Comidas Chema, y el tercero, para la vinatería La Tabernilla. Mientras, tres fueron los pinchos que se llevaron una mención especial. Old San Juan se llevó el aplauso popular a través de la página web de LA NUEVA ESPAÑA por su pincho de solomillo de matanza, además de ser uno de los locales que llegaron a la gran final. Por su parte, el hotel El Magistral recogió la mención especial a la mejor armonización con cerveza San Miguel. Mientras, la cafetería La Manzana vio reconocido la utilización de productos de la tierra con el premio al mejor pincho asturiano. La alta participación, el cincuenta por ciento más que el año pasado, y la calidad de los pinchos presentados dificultaron la labor del jurado, compuesto por afamados restauradores, críticos gastronómicos y reconocidos aficionados al pinchoteo. En total, a lo largo de los cinco días que ha durado el concurso, se sirvieron un total de 50.000 pinchos, con locales participantes que han llegado a servir unos 3.000 a lo largo de los últimos días. «Las cifras hablan por sí solas del éxito de este proyecto que comenzamos hace dos años», apuntaba ayer el edil Agustín Iglesias Caunedo. La decisión de hacer coincidir la celebración del concurso con el puente del 1 de mayo ha permitido, según el concejal del Partido Popular, que «el turista conozca de primera mano la micrococina que se hace en Oviedo».

El rotundo éxito de la tercera edición del campeonato llevó a Iglesias Caunedo a anunciar que «ya estamos trabajando para introducir importantes novedades de cara al año que viene». Para Luis Alberto Martínez Abascal, coordinador de los jurados y responsable de Casa Fermín, «cada año es más complicado decidirse por los pinchos ganadores». Al tiempo, Eduardo Méndez Riestra, presidente de la Academia Asturiana de Gastronomía y colaborador de LA NUEVA ESPAÑA, deseó que «estos pinchos se fijen en las cartas y no sean algo efímero».

Por su parte, Alfredo García Quintana, presidente de la Asociación de Hostelería de Asturias, invitó al Ayuntamiento a poner en marcha un campeonato de cócteles dirigido «a dignificar la figura del barman. Estamos convencidos de que el Ayuntamiento va a apoyar este proyecto». En cuanto al campeonato de pinchos, García Quintana señaló que «es una cita obligatoria para los amantes de la buena mesa», y aseguró que «Oviedo se ha convertido en un referente gastronómico y turístico en el norte de España».