L. S. N.

Sin duda, la conservación o derribo del gasómetro será uno de los aspectos más controvertidos del plan especial de la Fábrica de Gas, que impulsa la empresa propietaria del recinto, Hidrocantábrico, que ha encargado su diseño a César Portela. El arquitecto gallego apuesta decididamente por su conservación y propone rehabilitarlo para convertirlo en un museo, que podría ser un Museo del Gas. En declaraciones a este periódico, Portela calificó la estructura del antiguo gasómetro de «joya» del patrimonio industrial, que forma parte del «skyline» de Oviedo «como la Torre Eiffel de París».

La decisión está en manos de la Consejería de Cultura, que inició hace casi una década una declaración de Bien de Interés Cultural sobre el conjunto de la Fábrica de Gas, que ahora debe definirse, para que quede claro qué elementos deben conservarse y cuáles pueden eliminarse en el viejo conjunto fabril, situado entre la calle Postigo y la calle Paraíso, junto al casco antiguo de la ciudad.