Pablo GONZÁLEZ

El Gobierno del Principado ha entrado a fondo en la polémica de la deuda que el Ayuntamiento de Oviedo mantiene con el Museo de Bellas Artes de Asturias. Adolfo Rodríguez Asensio, director general de Patrimonio, asegura que los impagos del Consistorio local son los culpables de que el museo no pueda adquirir nuevos fondos para su colección. «Si el museo tuviese en sus cuentas ese dinero, podrían hacerse nuevas adquisiciones», denunciaba ayer Rodríguez Asensio.

Y es que, mientras que desde el Ayuntamiento ovetense se asegura que la deuda vencida con el museo, y de la que ya se ha ordenado de su pago, asciende a 198.749 euros, la Consejería de Cultura afirma que los números rojos del municipio alcanzan 1.625.649,59 euros. Según un informe de la Intervención General del Principado el agujero se ha ido gestando desde el año 2002 a la actualidad, además de contar con deudas más antiguas correspondientes a los ejercicios 1999 y 2000.

«Al no haber fondos no se pueden hacer grandes inversiones y se tiene un déficit importante de cuadros», insistía ayer Adolfo Rodríguez Asensio, que explicó que las arcas del museo se nutren del dinero que aportan las administraciones, del 1 por ciento cultural y de las donaciones.

El Principado adelanta que las cuentas que maneja el Ayuntamiento respecto al Museo de Bellas Artes de Asturias son «erróneas». Según los estatutos del centro cultural, la Administración ovetense debe pagar un tercio de los gastos del museo. Los otros dos tercios corren a cargo del Principado. «El Ayuntamiento hace sus cálculos restando el superávit que pueda haber cada año de la liquidación de su parte de la deuda, pero debe hacerlo del total de los gastos. Así está dispuesto. Hacen una interpretación rocambolesca de los estatutos», aclara Rodríguez Asensio, que aseguró: «El Principado ya ha transferido al museo los 1,5 millones que corresponden este año».

Así, el responsable del Principado no entiende las acusaciones desde el gobierno local. «Es tremendo que desde el Ayuntamiento se acuse al Principado de que el museo no pueda comprar más fondos cuando son ellos los que deben más de 1,6 millones», lamentaba, para abundar: «Si todos hiciésemos como el Ayuntamiento de Oviedo, acabaríamos por ahogar al museo». Además, en el seno del Gobierno autonómico no han sentado nada bien las declaraciones realizadas por José Suárez Arias-Cachero, concejal de Cultura en el Ayuntamiento, y publicadas ayer por LA NUEVA ESPAÑA, sobre la deuda, en las que aseguraba que «o la Consejera está mal informada o no se entera». «La Consejera sí que se entera porque está perfectamente al corriente de lo que pasa a través de informes por escrito y de palabra. Y, además, sabe escuchar, lo que no parece que se dé mucho en el Ayuntamiento de Oviedo», aseguraba Rodríguez Asensio. El director general de Cultura lanzó un aviso a navegantes: «El edil (por Arias-Cachero) está entrando en una senda muy poco adecuada para las relaciones institucionales con el Ayuntamiento». En sus declaraciones Arias-Cachero también analizó la intención del Ayuntamiento de Gijón de contar con cesiones de fondos del museo mientras duren sus obras de ampliación. El concejal teme que, si hay salidas de fondos hacia Gijón, los trabajos no concluyan nunca. «No tengo ninguna comunicación al respecto, sólo las declaraciones que he leído de la Alcaldesa (Paz Fernández Felgueroso). Pero es algo razonable y normal. Todos los museos hacen cesiones. Estoy de acuerdo con que haya un control, pero lo que se está tratando es de lanzar una cortina de humo. Están utilizando el ventilador de forma poco tolerable».

Rodríguez Asensio piensa que esta actitud «es un brindis al Sol, un órdago que no tiene sentido en la política moderna. Mezclar en esto la polémica Oviedo-Gijón es casposo. El museo es el Bellas Artes de Asturias, no de Oviedo o Gijón». Asensio espera que, a partir de ahora, todo este tipo de cuestiones se traten «dentro del patronato del museo y no en la prensa».

«Mezclar el museo con la polémica Oviedo-Gijón es algo casposo, es un órdago que no tiene sentido en la política moderna»