Elena CASERO

Ofelia, Tomás, Blas, Asensio y Graciliano quizás para muchos sean simples nombres, pero para la mayoría de los ex alumnos del Colegio Marista Auseva estarán siempre ligados a su vida y a los recuerdos de su educación.

Algunos de ellos aún continúan en activo, otros ya están retirados y algunos hasta jubilados, pero un gran número de los docentes que impartieron clases en el colegio marista se reunió ayer en un acto que conmemoraba el vigésimo quinto aniversario de las instalaciones del colegio en el Naranco, donde se trasladó tras varios años ubicado en la calle Santa Susana.

«Nos trasladamos aquí en el curso 1982-1983, pero quizás por las prisas ese año no hicimos orla a los alumnos, así que únicamente tenemos veinticuatro», comenta Carlos Robla, actual director del centro, cargo al que accedió en el año 2000 y en el que estuvo precedido en esta segunda etapa del centro por los hermanos maristas Leoncio Rubio, Leoncio Fernández y Pedro Camino y por Luis Arias.

Carlos Robla, junto con algunos de los profesores del centro, ha sido el encargado de organizar los actos que se celebraron ayer y que incluían el rezo de un atardecer, un poema de Gabriel Celaya y una proyección que, bajo el título «25 años de vida», rememoraba la historia y la vida del centro desde su construcción hasta la actualidad.

Muchos fueron los cambios sufridos, la mayoría de ellos para adaptarse a los tiempos, caso de la implantación de la ESO y Primaria -antes era un centro especializado en Bachillerato y, posteriormente, en BUP y COU- y de la creación hace varios años del pabellón de Educación Infantil sobre lo que antiguamente era una pista para prácticas deportivas.

El vídeo-resumen, elaborado por dos profesores del centro, el hermano Serafín y Ángel Cuevas, resume también la vida académica del centro, recordando a los ya citados directores, a los antiguos profesores, las promociones de alumnos, las fiestas escolares y los intercambios internacionales que desde hace varios años vienen realizando. «Llevamos varios años que vienen alumnos de 1.º y 2.º de la ESO a pasar aquí una semana, alojados en casas particulares de algunos de los alumnos, aunque de aquí no va ninguno allí, sólo viajan los de Bachillerato, que ya estuvieron en Carolina del Norte, y ahora estamos mirando para que en septiembre vayan a Nueva York», comenta Robla.

Mucho han cambiado las cosas en este cuarto de siglo, centenares de profesores, miles de alumnos y un sinfín de historias particulares que quedarán siempre grabadas en las paredes del centro.

El alcalde de Oviedo, Gabino de Lorenzo -aunque cursó en la calle Santa Susana-, el guionista Sergio Sánchez y el escritor Nacho Guirado son sólo algunos de los muchos alumnos maristas, educados bajo la sombra del padre Marcelino Champagnat, fundador del centro.