San Vicente de la Barquera, Diana DÍAZ

La asociación lírica asturiana Alfredo Kraus organiza, año tras año, una salida al municipio cántabro de San Vicente de la Barquera. A medio camino entre Asturias y el País Vasco, los socios de la entidad local se reúnen con sus homónimos procedentes de Bilbao. Unidos por la lírica, los miembros de las asociaciones de Oviedo y Bilbao celebraron, el día 11, su cita anual para «recordar al tenor lírico-ligero más importante de la segunda mitad del siglo XX, recuperador del bel canto en una época verista, con un estilo depurado, bello timbre, y gran extensión vocal», como explicó José Carlos González Abeledo, presidente de la asociación asturiana.

Los amantes de la lírica celebraron la memoria del tenor canario con música y con una emotiva velada en el local Miramar, enclave elegido para la confraternización de los socios, dado que era parada habitual de Kraus en sus viajes a Oviedo. En su relación con Asturias, Kraus habría actuado en el teatro Campoamor once papeles, en un total de veinte representaciones, entre 1958 y 1992. «Kraus fue corredor de 400 metros, no de 1.000, como por ejemplo Plácido Domingo. Pero en su repertorio romántico italiano nadie lo superó», dijo Abeledo.

La asociación Alfredo Kraus procura impulsar la figura de Kraus para evitar que sea una de esas «estrellas eclipsadas». Además de estrechar lazos con sus colegas vascos, la entidad organiza conferencias, recitales, visionado de óperas y viajes; actividades en las que participan los 370 socios con los que cuenta aproximadamente la asociación, fundada hace cinco años. Su calendario más próximo contempla recitales a cargo de Ana María Sánchez, Jorge de León y Mariola Cantarero; y un viaje, del 5 al 11 de agosto, abierto a todos los interesados, para ver las óperas «Aida» y «Nabucco», en la Arena di Verona.

En la cita anual con la entidad vasca, la música es protagonista. Los socios disfrutaron, al mediodía, de un recital en el que brilló la soprano astur-cántabra Montserrat Obeso. El tenor Félix Marcelo, último alumno de Francisco Kraus, fue la otra voz en el santuario de la Virgen de la Barquera. Al piano, Rosa Goitia hizo buena labor de acompañante, faceta del piano que, según la santanderina, «va valorándose gracias a la especialización musical».

Obeso, en un programa con extractos populares de óperas y zarzuelas, ofreció una depurada interpretación con una colocación de la voz natural y matizada. La soprano, formada en la Escuela Superior de Canto de Madrid y con Ángeles Chamorro, vivió sus inicios en el canto en la Asociación Bilbaína de Amigos de la Ópera (ABAO), debutando en el teatro Arriaga como Micaela, de «Carmen». Obeso, que actuó en el Campoamor con motivo del disco «Atardecer» de Joaquín Pixán, se centra hoy en diversificar su actividad entre recitales, música de cámara y la enseñanza, impartiendo, desde hace cuatro años, cursos al Coro Universitario de Oviedo.

La escapada de los socios llegó «a la doble barra» con el mítico guitarrista Víctor Luque, que puso el broche a la sobremesa. Sus canciones, entre el blues y la música venezolana, recogieron historias de un personaje bohemio, curtido, y crítico con lo que ve y oye. Para Luque, «la música ha de mantener un equilibrio entre el show, el arte y el negocio». Al son de «Camino de Guanajuato», volvieron a estrecharse los lazos del par de mesas encabezadas por Abeledo; el presidente de la asociación pionera bilbaína. Jesús María Casado, y Francisco Kraus, hermano de Alfredo y socio de honor. Este último lleva treinta años impartiendo clase de canto, llegando hasta las aulas del Liceo de Barcelona. «A la voluntad, tesón, técnica y musicalidad, se une una inteligencia imprescindible en el cantante», señaló Francisco Kraus.

Por su parte, Casado recordó el tiempo en que las temporadas de ópera de Oviedo y Bilbao compartían voces. «Ahora, las temporadas son más largas, y los grandes divos, muy difíciles de contratar», señaló Casado, quien afirmó que la ABAO tiende hacia espectáculos completos tocando todos los palos líricos, lo que da calidad al ciclo. «Aunque, aun teniendo la ABAO la seguridad de casi llenar con los socios, el público responde mejor ante una "Traviata"», matizó.