David ORIHUELA

La factoría de Santa Bárbara en Trubia se hará cargo de la fabricación de las barcazas de al menos 25 blindados Pandur II para el Ejército portugués. El Pandur II es empleado principalmente en misiones de paz de las Naciones Unidas, porque posee una protección muy adecuada contra las minas.

La empresa armamentística austriaca Steyr-Daimler-Puch tiene un contrato con Portugal desde 2005 para la construcción de 260 blindados por un importe de 364 millones de euros. La compañía, socia de General Dynamics-Santa Bárbara Sistemas, ha reconocido, según publica la prensa portuguesa, que tiene problemas para cumplir el calendario, que marca como fecha límite de entrega finales de 2010, si continúa con la fabricación en Portugal. Steyr ha subcontratado buena parte del proceso a la empresa Fabrequipa, con planta en la localidad lusa de Barreiros. En principio se barajó la posibilidad de deslocalizar la producción y trasladarla a Chequia, pero, según ha podido saber LA NUEVA ESPAÑA, las barcazas se construirán en Trubia. Los periódicos portugueses alertan de que la deslocalización de esta producción supondría la pérdida de 200 empleos.

La obra acumula un retraso de un año. De momento sólo han sido entregados 70 Pandur II de la cifra total de 260 que se fijan en el contrato entre Steyr y el Ministerio de Defensa portugués.

Santa Bárbara ya fabrica en Granada un sistema de blindaje pasivo mediante elementos cerámicos que se instalará en los Pandur II de Steyr. Los moldes metálicos de ese blindaje se fabricaron en Trubia. Éste sería, por tanto, el tercer contrato entre la firma austriaca y Santa Bárbara para surtir de producto al Ejército portugués.

La construcción de esas al menos 25 barcazas supondrá un espaldarazo a la carga de trabajo de la fábrica de Trubia, que tendrá tarea como mínimo hasta finales de este año. La producción se podría poner en marcha en el taller del tanque Leopard, que prácticamente ha concluido su trabajo. El encargo, del que aún no se conoce el presupuesto ni las horas de trabajo necesarias para su ejecución, reactivaría la actividad armamentística tanto de Trubia como de la Fábrica de La Vega, que podría aportar personal a la operación.

Los aprendices de la Fábrica de Armas de Trubia pertenecientes a la primera promoción de la escuela después de su reapertura celebraron el viernes un acto de confraternización por el XXV Aniversario de su ingreso en la fábrica de armamento. Entre los actos realizados para celebrar este aniversario destacan una visita a la factoría trubieca, donde fueron recibidos por su director, Guillermo Fernández, y una cena, informa Elena CASERO. En la fotografía, los asistentes a la cena.