L. S. N.

El concejal de Urbanismo de Oviedo, Alberto Mortera, anunció ayer que preguntará a la Consejería de Cultura qué va a hacer con los bienes protegidos por Patrimonio, como el conjunto industrial de la Fábrica de Loza de San Claudio o el gasómetro de la Fábrica de Gas.

«Se ha aprobado la delimitación del entorno de la fábrica de Loza de San Claudio. La pregunta es ¿y ahora, qué? Esta protección se inició con la idea de que podría ser útil para una actividad industrial que ha desaparecido. Ahora, Cultura debe indicar qué es lo que pretende hacer con esa parcela protegida, que incluye casas construidas en 1903, de indudable interés, pero que están en estado de ruina. ¿Qué se va a hacer con esto para que no se convierta en un foco de insalubridad y de escombros?», preguntó el concejal.

Mortera se refirió otra vez al gasómetro, cuya cesión al Ayuntamiento planteaba la propuesta de Hidrocantábrico, una opción que el equipo de gobierno municipal rechaza de plano. «Vamos a hacer la misma pregunta con respecto al gasómetro. Nosotros no vamos a ser quienes tengamos que preservar o reponer esa instalación, queremos saber qué piensa hacer Cultura con ella, y cuándo. Tiene que aclarar qué recursos se van a destinar a ese fin, si entiende que hay que preservar ese elemento».

Sobre la conservación de los bienes de interés cultural, el director general de Patrimonio señaló ayer que la conservación es una responsabilidad de los propietarios, aunque hay una línea de subvenciones de la Administración regional para hacer frente a obras de rehabilitación, dotada con 1,2 millones de euros. La Administración regional puede, además, instar a los propietarios a hacer obras de conservación, o ejecutarlas de forma subsidiaria, es decir, hacerlas y después cobrarlas a los dueños.