Algunos hablan de negociación, de que la lucha contra ETA es una quimera si no se propicia un acercamiento a la banda, bien sea para hablar de independencia o autodeterminación de las Vascongadas, o del acercamiento de presos etarras a cárceles domésticas más cercanas a sus domicilios, donde puedan recibir el apoyo inmoral de sus partidarios. Así, en hablando, en hablando, acaso dejen de matar españoles. Otros prefieren mano dura, con los presos, con los convictos y con los asesinos sueltos. Yo creo que aquí no cabe moderación, término medio. Hubo en Oviedo, cuando era menos que «Ovetum», una tribu de la zona del Naranco, por donde El Cantu Berruga (no quedó rastro), cuyos guerreros eran expertos en las propiedades teóricas de las flechas, lo que los físicos de hoy llaman vectores; por eso, cuando salían a cazar, lanzaban sus flechas sistemáticamente hacia el Norte y el Oeste cada vez que veían un oso al Noroeste.