Pablo GALLEGO

«Si nos bajan la subvención tendremos que olvidarnos del sexto título para la temporada de 2010». Jaime Martínez, presidente de la Fundación Ópera de Oviedo, valoraba así el resultado de la rueda de prensa en la que la fundación que gestiona la temporada lírica del Campoamor presentaba los cinco títulos que componen el ciclo de este año. En ella, tanto el Principado como el Ayuntamiento de Oviedo anunciaron «posibles recortes» en las subvenciones a la ópera. Reducción que, según los representantes de ambas instituciones, se debe al «actual contexto económico».

El clima en el que se desarrolló la presentación fue menos tenso que en anteriores ocasiones. En parte, por la mediación de Martínez, que intentó evitar una nueva confrontación política entre el concejal de Cultura ovetense, José Suárez Arias-Cachero, y el viceconsejero de Promoción Cultural y Política Lingüística, Jorge Fernández León, que sustituyó a última hora a la consejera de Cultura, Mercedes Álvarez.

El su intervención, Fernández León quiso destacar el «compromiso» del Principado con la temporada en un momento «difícil», que obligará a esforzarse para, en el mejor de los casos, igualar la subvención actual, congelada desde 2002 en 240.000 euros. Un discurso alejado del contenido el Libro Blanco encargado por la Consejería, en el que se aseguraba que la Temporada de Ópera no tenía valor cultural añadido.

«La Ópera de Oviedo es un bien cultural a preservar para toda Asturias», apuntó el Viceconsejero, «y habrá que trabajar juntos para tener una temporada más ambiciosa y con mayor complejidad». No obstante, Fernández León no precisó en qué ámbitos se desarrollaría dicha temporada, ni si entre «los retos que debemos afrontar juntos» se encuentra la tan ansiada reforma del teatro Campoamor. Sí destacó que, de hacerse, la iniciativa debería partir del Ayuntamiento.

Arias-Cachero le aseguró que el Consistorio iniciaría el proyecto cuando estuviesen «seguros» de contar con el apoyo del Gobierno de Vicente Álvarez Areces, ya que, en otros casos -como en el Teatro de la Maestranza de Sevilla, reformado ya en dos ocasiones desde el 92- fueron «el Ministerio de Cultura y el Gobierno autonómico» quienes se pusieron al frente de la intervención. «Con un esquema de este tipo estamos dispuestos a abordar la reforma del Campoamor ya», apostilló Arias-Cachero. El Ayuntamiento, que contribuye a la actual temporada con 600.000 euros, estudiaría según el edil «formas alternativas de colaboración» en el caso de que esta cifra tuviese que rebajarse. «No podemos olvidar que la Ópera de Oviedo es una asociación que representa a la sociedad civil», subrayó Arias-Cachero, por lo que «el apoyo institucional no debe influir en las decisiones que tomen los responsables de la ópera». Jaime Martínez cerró la discusión con una petición: «que se reme siempre en la misma dirección, tanto en el Campoamor como en la Laboral».

El director artístico de la Ópera de Oviedo, Javier Menéndez, fue el encargado de exponer los contenidos de la temporada, que cuenta con el patrocinio de LA NUEVA ESPAÑA y comienza el próximo domingo 13 de septiembre con el estreno ovetense de «Ariadne auf Naxos», de Richard Strauss. Tras ella vendrán «Tosca», «uno de los títulos más habituales de esta casa» -se representa por decimoséptima vez- y que refuerza «las colaboraciones internacionales», a través de la Scottish ópera. «Don Giovanni», en noviembre, completa según Menéndez «el ciclo Mozart-Da Ponte», en referencia al autor de la música y del texto de esta ópera, respectivamente.

En diciembre será «Ariodante» el título que suba a escena, dirigido por Andrea Marcon en un espectáculo que para el director artístico es «un lujo». «Simon Boccanegra», de Verdi, cierra una temporada que contará además con dos espectáculos infantiles, como resaltó el director de Relaciones Institucionales de Cajastur, César Menéndez Claverol.