P. G.

«Pablo salía cada poco del baño e iba cantando las partes que iba cortando mientras que Jesús le animaba con frases como: "¡Tú puedes hacerlo!"». Afirmaciones como ésta componen la declaración inicial ante la Policía de Cristian M. P., uno de los acusados por el asesinato y posterior descuartizamiento de María Luisa Blanco en una vivienda de la calle Mariscal Solís, en el barrio ovetense de Vallobín, la madrugada del pasado 24 de junio.

Cristian, de 21 años y que declarará de nuevo el próximo viernes 2 de octubre, aseguró en aquel momento que Jesús V. B. y Pablo Luis B. B., hermano de la víctima, fueron los responsables del crimen. Ese mismo día, la juez titular del Juzgado de instrucción número 4 de Oviedo, Marisa Llaneza, oirá además la declaración de los padres de la joven asesinada, María del Rosario B. y Gil B.

Cristian es el tercer imputado por el crimen de Vallobín en comparecer ante la magistrada, después de que ya lo hicieran el hermano de la víctima, Pablo Luis B. B. y Jesús V. B., que se acogió a su derecho a no declarar. Además de estos tres, también está imputada por el mismo crimen la pareja sentimental de Jesús V. B., Larissa L. R., de 17 años, que se encuentra en el Centro de Menores de Sograndio. Todos vivían en el mismo domicilio de la calle Mariscal Solís de Oviedo.

Cristian M. P., en su declaración inicial en la Comisaría, señaló que el día de los hechos pidieron comida a domicilio. Todos cenaron menos la víctima, María Luisa Blanco, «que estaba castigada sin cenar y debía permanecer de pie en el pasillo mientras veía al resto comer», según informa «Europa Press».

El imputado añadió que cuando la mujer, que según él sufría una gran minusvalía, se caía al suelo de cansancio, tanto Jesús V. B. como Pablo B. B. le golpeaban con un libro en la cabeza, y también con una barra de hierro. «En una ocasión Larissa golpeó a la mujer con la barra y se reían de ella».

Cristian declaró también que, sobre las tres de la madrugada, Jesús y Pablo obligaron a la víctima a meterse en la bañera con agua fría y que más tarde, después de darle golpes, Pablo la cogió por el cuello mientras que Jesús le animaba a que la ahogase. Cuando la víctima cayó al suelo, Cristian relató que Jesús V. B. le introdujo en la boca una botella de whisky. Media hora más tarde, y siempre según la declaración del acusado, él mismo y el hermano de la víctima recogieron el cuerpo ya sin vida de María Luisa, según el acusado, y lo tendieron en una cama.

Cristian señaló, además, que en un principio, Pablo y Jesús habían barajado la idea de descuartizar a la mujer y de llevar las extremidades a la perrera municipal, para posteriormente «hervir los huesos». El joven relató, además, que el hermano de María Luisa Blanco, Pablo B., fue el encargado de descuartizarla y que, días antes, ya había intentado acabar con la vida de su hermana con un cuchillo. «Le hizo un corte en el pecho y en el cuello», afirmó Cristian ante la Policía, antes de apuntar que a Pablo Luis B. «a veces le apetecía soltar a su hermana con la silla de ruedas por la cuesta de su casa». Según testigos, Cristian fue después el encargado de comprar, en un supermercado cercano, «dos pares de guantes bicolor y una botella de lejía», que según fuentes de la investigación sirvieron para limpiar el baño después del asesinato.

Dentro de la violencia que marcaba la convivencia en el domicilio, el acusado declaró además que la persona que mandaba en la vivienda era Jesús V. B., conocido en internet como «El Duke», que se enfadaba mucho «cuando alguien no hacía lo que él quería».