Pablo GALLEGO

«He hecho muchos exámenes a lo largo de mi carrera profesional, pero éste es el más difícil de mi vida». El rector de la Universidad de Oviedo, Vicente Gotor, expresaba así la importancia de la prueba a la que la Universidad de Oviedo se somete hoy. Sobre las once menos veinte de la mañana Gotor expondrá a un jurado compuesto por nueve expertos internacionales el proyecto de la institución académica asturiana para el Campus de Excelencia Internacional. Intentará convencerles de que uno de los sellos de calidad en juego debe viajar a Asturias. Además, avanzó que el anuncio de las universidades ganadoras, previsto para el lunes, podría adelantarse. «Me extrañaría mucho no saber nada antes del viernes», apuntó el rector.

Antes de viajar a Madrid y dar el último paso en la carrera universitaria hacia la excelencia, Gotor inauguraba ayer los actos con los que la Escuela Universitaria de Magisterio celebra su 165.º aniversario. Quizá sin planearlo, el acto se convertía en un símbolo del mensaje que titula el proyecto de la entidad asturiana, «Del XVII al XXI: proyectando nuestra tradición hacia el futuro». De un centro para la formación de maestros de más de siglo y medio de vida a un nuevo modelo de «campus didáctico», que reúne en un mismo espacio a la Universidad, la sociedad y las empresas.

«El trabajo está hecho, y ahora de lo que se trata es de demostrar que es un proyecto real», apuntó Gotor. «Mañana (por hoy) hay que hacer las cosas bien, porque se ha trabajado muchísimo, y sería una pena estropearlo en pocos minutos». Exactamente ocho -cuatro de discurso y un vídeo de otros cuatro- , el tiempo programado para que cada una de las quince universidades en liza ponga el remate al trabajo de muchos meses, desde que los Ministerios de Educación y Ciencia lanzaron la Estrategia 2015, que busca situar a la Universidad española entre las mejores a nivel internacional.

Desde el pasado 16 de noviembre los nueve miembros del jurado -en el que figuran nombres como el físico español Ignacio Cirac, el arquitecto Dominique Perrault o la astrofísica Catherine Cesarky- han podido estudiar a fondo los trabajos presentados por todas las universidades candidatas. Por eso, según varias fuentes universitarias, la presentación de hoy no será determinante para obtener una de las becas, pero sí puede dar el último empujón capaz de hacer brillar a la candidatura del Principado sobre las otras catorce presentadas; pero el examen de la excelencia no es un «tipo test», ni de preguntas que desarrollar. La valoración final se basará, según fuentes ministeriales, en el mayor o menor cumplimiento de los seis criterios utilizados por el jurado, y la matrícula de honor equivaldrá a 100 puntos. Quien la obtenga tendrá la nota máxima en cada categoría.

La primera, «mejora docente», valora, entre otros aspectos, con un máximo de 10 puntos, la excelencia docente o la oferta de grados adaptados al Espacio Europeo de Educación Superior (EEES). La siguiente, «mejora científica», valorará, como mucho con 10 puntos, la creación de nuevas líneas de investigación. Otros 10 puntos irán destinados a la «transformación del campus para el desarrollo de un modelo social integral», una de las categorías en las que la Universidad de Oviedo ha puesto un mayor ímpetu.

El resto de categorías, cada una con un máximo de 10 puntos, valorarán aspectos como la adecuación de edificios al nuevo Espacio Europeo de Educación Superior, la interacción entre el campus y su entorno territorial -nivel de apoyo de la comunidad autónoma en la que se implanta el centro universitario- o la transferencia de conocimiento y tecnología como resultado de la investigación académica aplicada al desarrollo empresarial. Otras variables, como la singularidad y especialización de los campus, o la creación de entornos académicos que promuevan la vida universitaria, se valorarán en el conjunto del plan estratégico presentado por cada Universidad con hasta 40 puntos.

El equipo que representa hoy en Madrid a la Universidad de Oviedo se ha formado sin perder de vista en qué van a fijarse los jurados que decidirán qué universidades reciben el premio de la excelencia y cuáles no. Junto al rector estará parte de su equipo de gobierno, como los vicerrectores de Internacionalización e Infraestructuras, Ana Fernández y Carlos Rico, respectivamente, y la directora de Coordinación, Silvia Gómez.

El viceconsejero de Ciencia, Herminio Sastre, y la directora general de Universidades, Miriam Cueto, representarán al Principado. El presidente de Cajastur, Manuel Menéndez, y el presidente de la Federación Asturiana de Empresarios (FADE), Severino García Vigón, mostrarán la unión de la Universidad asturiana con la empresa. Santiago Folgueras será la voz de los alumnos. Y la ciencia llevará el nombre del bioquímico e investigador de referencia internacional, Carlos López Otín, y de Carlos Gutiérrez, del Instituto del Carbón. «La sociedad asturiana y el Gobierno de la región se han volcado», aseguró ayer Gotor. Por eso, el rector considera «esencial» que la Universidad de Oviedo esté hoy «a la altura» de la multitud de apoyos, públicos y privados, con los que cuenta de cara a convertir un proyecto sobre papel en una realidad tangible para el futuro de los asturianos. El premio, el reconocimiento a una Universidad con más de 400 años, y hasta 61 millones de euros en subvenciones para distintos proyectos.

«El trabajo ya está hecho, trataremos de demostrar que este proyecto es real»

Vicente Gotor

Rector Universidad de Oviedo