Dice la viceconsejera de Medio Ambiente del Principado que mis argumentos contra la incineración son un «burdo atentado contra la legalidad y el conocimiento científico». A eso se le llama practicar el pensamiento único, y a lo demás, nada. Yo, ignorante de mí, siempre pensé que «quienes atentaban contra la legalidad» acababan en el banquillo o en la cárcel, espero que no sea eso lo que pretenda hacer conmigo la señora viceconsejera, y todo por haberme atrevido a opinar contra el proyecto de incineradora de Serín.

Comienza su artículo en LA NUEVA ESPAÑA la portavoz del Gobierno de Areces haciendo un canto al derecho a la información de los ciudadanos, y justo a continuación trata de «cerrarme la boca» a mí, y a cualquiera que discrepe, con artillería de tan grueso calibre como la que he señalado.

Yo estoy por el derecho a la información de los ciudadanos, y doy un paso más allá: estoy por el derecho a la decisión de los ciudadanos en un asunto de tantas implicaciones como éste. Por ello, mi primer argumento, ahora y siempre, es que sean los ciudadanos quienes decidan en las próximas elecciones, para las que falta poco más de un año. Tremendo engaño sería que en nombre de la ecología alguien pudiera votar una opción política que diga en su programa que está en contra de la incineradora para luego sumarse a un Gobierno que la construya. Yo estoy por la información, la transparencia y la decisión democrática de los ciudadanos.

Además, no alcanzo a comprender por qué este Gobierno lleva tres años sin atreverse a poner en marcha ese proyecto y ahora, en la recta final de su mandato y cuando algunos aventuran incluso un cambio en el «cartel» socialista, le entran las prisas para dejarlo todo «atado y bien atado». Una decisión como ésta debe tomarse en las urnas, con un debate electoral serio y amplio, y con el voto responsable de los ciudadanos.

No sé muy bien si esta propuesta mía cae del lado «del atentado a la legalidad» o del «atentado al conocimiento científico».

En materia de ecología al Ayuntamiento de Oviedo no le da lecciones nadie, y menos el Gobierno de Areces. Fuimos pioneros en retirar el tráfico de muchas calles de nuestra ciudad peatonalizándolas y construyendo miles de plazas de aparcamiento, reduciendo, así, considerablemente la contaminación por emisiones y por ruido, en una estrategia imitada luego por muchos ayuntamientos de Asturias y de España. Hemos sido distinguidos en numerosas ocasiones por ser la ciudad más limpia de España. Hemos recuperado el bosque de La Zoreda, descontaminándolo con ayuda de la Unión Europea, hemos recuperado y puesto a disposición de los ovetenses los jardines de La Rodriga, Villa Magdalena, la Lila?

Y lo más destacado: hemos puesto en marcha un sistema de recogida selectiva de basuras que sólo desde la mala fe o desde una ignorancia que la inhabilitaría a usted para el cargo que ocupa se puede despachar hablando de unos «cubos que se colocan y se retiran». En Oviedo hemos hecho, con ayuda de la UE, una inversión muy importante y somos pioneros en una recogida selectiva de basuras que si se realizase en el resto de municipios de Asturias alargaría la vida útil del vertedero actual. Por mucho que le duela a la Viceconsejera, Oviedo es una ciudad absolutamente ejemplar desde el punto de vista ecológico y medioambiental, también en lo que se refiere a la basura.

Usted, con una estrategia antiecológica dirigida exclusivamente a justificar la incineradora, es la responsable de que no se separen los residuos, incumpliendo los compromisos del Gobierno regional y las directivas comunitarias, que dicen que en 2015 el cincuenta por ciento de la basura debe estar reciclada. Por culpa del Gobierno regional socialista somos una de las comunidades autónomas de España que menos reciclan. ¿A usted, señora viceconsejera, esto no le saca los colores?

En este debate falta información sobre dos asuntos esenciales; el primero, el impacto sobre la salud de la quema de residuos. Es sabido que en el mundo académico algunos especialistas de prestigio intachable opinan que existen riesgos graves para la salud por la incineración de residuos con efectos cancerígenos y de posibles malformaciones de desarrollo prenatal. No soy quien para valorar esas opiniones científicas, pero la Viceconsejera, tampoco. Creo que lo democrático y transparente sería trasladar a los ciudadanos todas las opiniones sobre este asunto y no sólo las que convienen a los que encargan y pagan dicha incineradora.

Hágase lo necesario para que en Asturias se conozcan y se difundan todas las opiniones. En todo caso, es sorprendente que fuerzas políticas como el PSOE, contraria, por ejemplo, a la energía nuclear por consideraciones sobre sus peligros para la salud más que discutibles, despachen las opiniones sobre los riesgos para la salud de la incineración de basuras con esa ligereza.

El segundo asunto sobre el que debería haber también información y más transparencia es el impacto en los bolsillos de los ciudadanos que tendría construir la incineradora. Costará varios cientos de millones de euros, sobrecostes al margen, que habrá que amortizar. Sería conveniente que los ciudadanos supieran cuánto les va a costar esa licitación que el Gobierno regional socialista quiere dejar «despachada» antes de hacer las maletas. Proclamo alto y claro que los municipios que acojan vertederos deberían verse compensados económicamente por ello.

A mí, personalmente, el artículo de la señora viceconsejera me ha ratificado en mis sospechas de que la famosa incineradora puede ser un buen negocio para algunos y una catástrofe para Asturias como «paraíso natural», perjudicando gravemente los intereses del conjunto de nuestra región. No me gustan las «trágalas», no me gustan las descalificaciones de grueso calibre ni que traten de cerrarme la boca, y no me gusta el tono soberbio y gravemente manipulador que utiliza la portavoz del Gobierno regional, que se atreve, por poner sólo un ejemplo, a criticar las «fórmulas privatizadoras del Ayuntamiento de Oviedo». Que sepa que la recogida de basuras esta «privatizada» en la mayor parte de los ayuntamientos socialistas de España. Como tampoco me gusta que tenga el desparpajo de criticar la tarifa de recogida de basuras de Oviedo quien acaba de subir, una vez más, el canon de saneamiento sin saber, también una vez más, a qué se va a destinar esa subida. Tanta demagogia encierra una grave debilidad de los argumentos que utiliza.

A mí no me van a convencer llevándome de excursión a París a ver incineradoras, y pienso seguir opinando sobre este asunto, porque represento a un municipio importante en el contexto de nuestra región. Lo que sí le garantizo a la señora viceconsejera es que si tras las próximas elecciones autonómicas gobierna el PP pondremos en marcha un plan de austeridad que elimine la mayor parte de los «chiringuitos» que el PSOE ha creado y toda esa estructura burocrática con coches oficiales, jefes de gabinete y de prensa, comenzando por la viceconsejería que usted ocupa.

A usted solamente se la conoce por los culebrones de Caleao y la incineradora, y por haberles declarado la guerra a los muchos aficionados a la pesca de nuestra región. Brillante gestión, que trata usted de compensar confrontándose conmigo en vez de hacerlo con sus socios de Gobierno, de IU, que por lo que he oído tampoco están de acuerdo con usted en este asunto. Con este currículum, ¿no ha pensado usted en la dimisión? ¿Cree que Asturias está para tirar el dinero sosteniendo una viceconsejería que hasta ahora sólo ha demostrado una cosa: su inutilidad? Rotundamente, no.