Ch. N. / M. P.

El número 6 del bloque de viviendas de Coronel Baeza, en Trubia, unos edificios de los años cincuenta, siguen «como siempre, de mal en peor». Lo dice Maryluz García, una de las propietarias; lo confirma su hijo, Rubén López, y lo atestiguan fotografías como la que podía verse ayer, con el río Trubia a punto de comerse las casas. Sin embargo, el mayor problema no es el de las crecidas del Trubia. La familia lleva viviendo toda la vida con el río al lado y nunca tuvo miedo a las crecidas. Los problemas proceden de la presa del Machón y del muro de contención que allí se levantó para proteger las viviendas.

Durante cincuenta años no hubo problemas, pero en el momento en que las compuertas de la presa, que hoy ya no cumple ninguna función, quedaron levantadas, la presión del agua cambió y las zapatas de los cimientos del edificio se asentaron. Ese cambio de presión fue lo que trajo grietas a la estructura hace más de tres años. Desde entonces, los vecinos viven con la incertidumbre de ignorar los daños reales que se han provocado en la estructura y con la seguridad de que mientras la presa siga en ese estado, el agua seguirá ejerciendo más presión y provocando más daños.

Desde el grupo municipal Asamblea de Ciudadanos por la Izquierda, se ha solicitado al alcalde de Oviedo medidas oportunas de vigilancia y control sobre el caudal del agua y las consecuencias que puede tener para el edificio y el entorno. Para el portavoz de Ciudadanos, Roberto Sánchez Ramos, la solución pasa por eliminar la presa, lo que permitiría recuperar la cuenca del Trubia y solucionar los problemas con los que se encuentran en la actualidad los salmones para remontar el río.

Para el hijo de Maryluz, los salmones no son lo más importante. Rubén López, que hace años, con las primeras grietas, ya presenció cómo el Ayuntamiento estuvo a punto de obligarles a costearse su propio estudio de daños, reclama que se arregle la presa para que la presión vuelva a ser la misma y no se alteren las fuerzas que podrían seguir dañando la estructura. Si se decide eliminar la presa, exige que el estudio incluya también un análisis de daños en la estructura y unas soluciones para evitar mayores daños.

Por otra parte, y aunque los problemas de Coronel Baeza no se relacionan ahora directamente con el temporal, otros puntos del municipio sí sufrieron estos días las consecuencias del mal tiempo. Unas tejas caídas también en Trubia, un argayu en la zona rural y el desbordamiento de un riachuelo en la parte baja de Ventanielles son algunas de las consecuencias del temporal de lluvia y viento.

Los Bomberos de Oviedo recibieron una llamada en torno a las seis de la mañana alertando de la caída de tejas en una vivienda de Trubia. Los trabajos consistieron en la retirada de cascotes de la calle y en garantizar la seguridad del edificio. Además, según informaron fuentes de la Policía Local, las lluvias caídas durante la madrugada y la mañana de ayer provocaron el desbordamiento de un pequeño riachuelo en la zona de El Palais, en la zona baja del barrio de Ventanielles, cerca de Cerdeño. La situación, según las mismas fuentes, quedó controlada. Además, los operarios municipales tuvieron que despejar una carretera local en la zona de Fabarín por la caída de un argayu.