L. S. NAVEROS

La vieja cárcel de Oviedo, en Ciudad Naranco, perderá definitivamente su antigua fisonomía este año. Tras las obras de restauración para convertir el edificio en el nuevo Archivo Histórico, el Ayuntamiento de Oviedo y el Gobierno regional han acordado un proyecto de recuperación del entorno que incluye el derribo del muro de la antigua prisión.

El viejo paredón será derribado para abrir el recinto a la plaza de Juan Pablo II, aunque se conservarán los castilletes o las torretas de vigilancia. El muro será sustituido por un muro de mampostería y rejas, semejante al que cierra el recinto de la Junta General del Principado. En total, está previsto demoler 96 metros del muro exterior, mantener las paredes laterales del recinto y urbanizar la zona posterior, la más cercana al trazado ferroviario, con unos jardines, y un acceso a la plaza interior del Archivo, a través de una rampa y unas escaleras. Además, se reurbanizarán las aceras de todo el contorno y se colocará una iluminación nueva.

«El derribo del muro servirá para integrar visualmente el nuevo Archivo con la plaza de Juan Pablo II, es algo que debería haberse incluido en la obra de rehabilitación de la antigua cárcel, pero quedó pendiente y ahora lo acometeremos, sustituyéndolo por un cierre de piedra y rejas», señaló el concejal de Urbanismo, Alberto Mortera.

El proyecto, aún sin acabar, presupuesta la obra en medio millón de euros y es una de las obras incluidas en el «plan A», las inversiones «anticrisis» impulsadas por el Gobierno regional, un plan que fue suscrito la pasada semana por el presidente del Ejecutivo autonómico, Vicente Álvarez Areces, y por el alcalde de Oviedo, Gabino de Lorenzo. Está prevista que esta obra sea acometida directamente por el Principado, aunque sea el Ayuntamiento el encargado de elaborar el proyecto.

Las obras de reforma y rehabilitación de la antigua cárcel, realizadas con un proyecto de la arquitecta madrileña Remedios Fernández-Carrión, finalizaron el pasado mes de julio, cuando la empresa Dragados, que ejecutó los trabajos, entregó el edificio al Ministerio de Cultura, que financió la intervención, en la que se han invertido 16 millones de euros. Posteriormente, se inició el estudio del traslado de los fondos del Archivo desde su sede actual, en las Pelayas. El traslado comenzó a principios de este mes y está previsto que el nuevo Archivo abra sus puertas en marzo.

La cárcel de Oviedo, inaugurada en 1907, fue declarada bien de interés cultural con la categoría de monumento en 2003. La cárcel, el primer edificio de España en el que se utilizó hormigón armado en la construcción de sus estructuras horizontales, cerró sus puertas en 1992, cuando se inauguró el centro penitenciario de Villabona.

Como nueva sede del Archivo Histórico de Asturias, el edificio se abrirá a los ciudadanos, ya que está previsto celebrar actos culturales. De hecho, para la inauguración se está preparando una exposición sobre la historia del Archivo, desde su apertura en Porlier en 1956. El edificio, que ha conservado sus principales señas de identidad, como la cúpula y los pabellones en estrella, tiene un gran salón de actos, en el que está previsto mantener una programación abierta al público.