David ORIHUELA

Estudiante de Secundaria de un instituto público de barrio que tiene antecedentes en los servicios sociales municipales, al que la Policía encuentra por la calle y acompaña a su centro escolar. Es el perfil, a grandes rasgos, del «pirón», el absentista escolar, en la ciudad. Tras la intervención de las autoridades, el alumno sigue faltando a clase, pero menos.

El dibujo se traza de los datos del programa municipal de intervención en el absentismo escolar correspondientes al primer trimestre del curso actual, entre septiembre y diciembre.

En el informe se reflejan 61 casos correspondientes a 59 menores absentistas. Son los datos municipales. A buen seguro que en el municipio de Oviedo hay más chicos y chicas que piran clase, pero no están incluidos en la estadística municipal porque no han llegado al programa «Familia Infancia» que se encarga de buscar solución al problema.

De los 59 menores un total de 42 fue derivado a los servicios de Trabajo Social del Ayuntamiento. En ese momento se vio que 13 alumnos eran de La Corredoria, aunque no todos eran absentistas ya que algunos no asistían a ese centro porque habían reservado matrícula en el barrio pero finalmente habían sido escolarizados en otra zona de la ciudad o incluso fuera del municipio de Oviedo. Ocho alumnos eran de centros escolares del Cristo-Buenavista, siete de Pumarín, seis de Ventanielles, tres del centro de la ciudad, otros tres de Veguín-Olloniego, uno de Vallobín y otro del Naranco. Ningún alumno de Otero o Trubia fue derivado a los servicios municipales por no asistir a clase.

De todos estudiantes que se incluyen en el informe municipal, 33 lo eran de Enseñanza Secundaria y 24 de Primaria. Dos niños de Educación Infantil, donde la escolarización no es obligatoria, fueron atendidos también por los servicios sociales.

La mayor parte de los expedientes -en concreto, 47- llegó al Ayuntamiento desde el propio centro escolar. Y en la mayoría de los casos, 33, sus familias contaban con antecedentes en los servicios sociales del Ayuntamiento.

De los 59 casos de absentismo que trató el Ayuntamiento en el primer trimestre del curso, doce se han resuelto y los menores volvieron a las clases, 24 siguen pirando, aunque menos que antes, y dos de los casos permanecen sin resolver.