Ch. N.

El equipo del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) y de Cruz Roja que desde 1995 viene desarrollando un programa sanitario en los campamentos del Sahara parte hoy rumbo a Tinduf, en un nuevo viaje médico con el que tratarán de atender a los pacientes diabéticos.

Las cajas con el material médico salieron ayer del edificio A del Hospital, y los trece miembros del equipo que viajan todos los años a la zona lo harán hoy aprovechando el vuelo chárter de las familias asturianas que visitan los campamentos.

Aunque el origen de este grupo de trabajo tuvo que ver con las vacaciones de verano en Asturias de niños saharauis refugiados y el problema de bocio que entonces se detectó, desde 1996 se puso en marcha un programa orientado al problema de la diabetes en la zona, tanto en el nivel asistencial como en el de los medicamentos o de la formación de personal.

La doctora Paz Villaverde y el doctor Francisco Cadórniga, presentes en este equipo desde sus inicios, ponen hoy una vez más rumbo a los campamentos, con la idea de volver a desarrollar en nueve días una campaña similar a la de otros años.

En estos viajes, detallan, se atiende a una población que oscila entre los 1.700 y los 2.000 diabéticos. «Es muy difícil», indica Villaverde, «censar el número de pacientes, porque muchos de ellos se mueven por el desierto, van y vienen». Los insulinodependientes, precisamente por esta condición, están más controlados. Los médicos calculan que suman una población en torno a los 150 pacientes.

Los problemas diabéticos no son los únicos que trata el equipo del HUCA en sus visitas a los campamentos. Dentro de los problemas asociados que también aparecen en estas campañas figuran casos de bocio y problemas tiroideos (unos 80 pacientes), hipertensos que no son diabéticos (110 afectados) y pacientes con otras patologías oftalmológicas que no son diabéticos (cerca del centenar).

En cada uno de los desplazamientos como el que hoy inicia, el equipo asturiano logra ver a 450 diabéticos. Todos pasan al menos por tres de las cuatro especialidades que viajan y reciben en los campamentos en estos viajes: la de endocrinología, hipertensión, oftalmología y cirugía vascular. En total, calcula el equipo asturiano, en cada viaje se realizan en torno a las 1.200 consultas.