Chus NEIRA

Cuando suena el timbre, el profesor recoge los exámenes. De nada sirven las peticiones de súplica. «Hay que entregar ya, si no, no los recojo», suele ser la frase. No siempre. El pacto tácito entre alumnos y profesores incluye en ocasiones cierta flexibilidad cuando se trata de recoger los exámenes. Pero no en el Instituto Aramo y no desde que la asociación de padres formuló una queja en el Consejo Escolar ante «el hecho reiterado de utilizar los tiempos de descanso de los alumnos o de otras materias». La protesta de la AMPA llevó, el lunes, a una multitudinaria sentada a las puertas del centro convocada por los alumnos de segundo de Bachillerato. Aunque alumnos de otros cursos se han sumado a la protesta, la única postura que queda clara es la de los del último curso, que este año harán las pruebas de acceso a la Universidad, la PAU. Ahora planean una asamblea para mañana que trate de resolver el conflicto.

Uno de los representantes de alumnos del centro, alumno de segundo, detalla así los motivos de su movilización: «Queremos que en los exámenes de 55 minutos, que es lo que dura la clase, se nos dé más tiempo. Es decir, que no tengamos sólo ese tiempo, que se nos den diez minutos de margen, como siempre se había hecho. Lo que pedimos son exámenes con tiempo para acabarlos. De toda la vida se permitió que, si hay gente que no ha acabado el examen a la hora, el profesor coja una parte del recreo o todo el recreo. Lo que siempre se hizo, también, es pedirle un tiempo extra a otro profesor, y entre ellos se arreglan».

Al margen de permitir cierta flexibilidad en los exámenes, este representante de alumnos detalla que «en otras asignaturas, como Matemáticas, los alumnos de segundo de Bachillerato queremos poder hacer los exámenes por la tarde, porque eso nos permite aumentar el tiempo. Lo único que pedimos es que no nos quiten ese derecho».

La protesta de la AMPA se formuló con carácter general, para todos los cursos, ya que los padres exigen que «el tiempo de los exámenes se ajuste a lo necesario para que un alumno pueda realizarlo sin extralimitarse en el horario establecido, salvo en ocasiones esporádicas y muy puntuales». Pero lo que los padres reclaman con carácter general también se ha aplicado a los alumnos de segundo de Bachillerato y eso ha provocado el conflicto. Estos estudiantes denuncian haber perdido a mitad de curso unas condiciones ventajosas.

Otra alumna de segundo de Bachillerato del instituto asegura que el problema no es «ni con los profesores, ni con el director ni con el centro». «Cuando utilizábamos el recreo para los exámenes», explica, «el profesor nos lo regalaba. Ahora, por una queja de la AMPA, ya no tenemos el tiempo de los recreos ni la posibilidad de hacer exámenes por la tarde, y no porque lo hayamos decidido los alumnos o los profesores, sino los padres». Esta alumna resume la situación tras la sentada del lunes: «Nadie de la AMPA se ha puesto en contacto con nosotros y el director ha dicho que iba a intentar arreglar la situación, pero no buscamos el "quizá", buscamos el "sí", porque no perjudicábamos a nadie, sólo queremos volver a tener un recurso que antes teníamos. No entendemos por qué los padres deciden sobre un asunto que no les concierne. Si queremos hacer un examen por la tarde para subir la nota, no les concierne. Y tampoco entendemos que traten de la misma manera a los alumnos de la ESO que a Bachillerato, porque se supone que nosotros seguimos allí porque queremos».

Los alumnos de segundo de Bachillerato consultados admiten que la protesta no es la misma según los cursos. Al parecer, según el relato de algunos padres de estudiantes, en el caso de los alumnos de primero de Bachillerato lo que se pide es precisamente lo contrario: menos carga de trabajo, nada de exámenes sorpresas, en ocasiones controles a través de internet en jornadas de descanso y pruebas que se ajusten a los cincuenta y cinco minutos de clase.

Por ahora, los estudiantes de segundo de Bachillerato han anunciado que tratarán de convocar una asamblea, posiblemente para mañana, jueves, en la que estén presentes padres, delegados y profesores. Si de esta reunión no sale un acuerdo, los estudiantes no descartan acudir a Delegación de Gobierno para que les autorice a realizar una manifestación.

«Queremos seguir utilizando un tiempo extra en los exámenes, siempre se hizo así»

«La dirección nos ha dicho que van a intentar arreglarlo, pero no buscamos el "quizá", buscamos el "sí"»