Ch. NEIRA

Icomos, la organización que asesora a la UNESCO sobre el mantenimiento de los Patrimonios de la Humanidad, tomará cartas en el asunto de la Foncalada. Según confirmó su vicesecretario en España, Víctor Fernández Salinas, la organización ya conoce que se ha proyectado abrir un pub musical a pocos metros de la fuente prerrománica, como han denunciado los vecinos en las últimas semanas. «Estamos preocupados por lo que pueda pasar», explicó Víctor Fernández. «Todavía estamos al inicio del proceso y no hemos iniciado ninguna acción, lo que no quiere decir que se haga en breve. En principio, Foncalada tiene un entorno muy alterado, y lo que hay que hacer es mejorarlo, así que no parece lo mejor que se abra una discoteca al lado. Podría dañar el entorno y de un bien que es Patrimonio Mundial».

A la espera de recabar información sobre el proyecto, que ha recibido ya el visto bueno del Ayuntamiento y el Principado, Víctor Fernández denuncia la peculiar relación de Oviedo con su patrimonio: «Cuando no es un proyecto de rascacielos, es un chalé o una discoteca. Oviedo, que no tiene, por ejemplo, problemas sísmicos y debería ser una ciudad donde el Patrimonio de la Humanidad sea fácil de gestionar, cada poco presenta algún tipo de problema. Da la impresión de que lo que hay es un programa general, de una falta de sensibilidad general».

La posible denuncia de Icomos ante la Unesco y el peligro que ello pueda suponer para el patrimonio ovetense fueron, precisamente, uno de los asuntos que salieron a relucir ayer en la asamblea ciudadana convocada por los vecinos que encabezaron el movimiento contra la apertura del pub en Foncalada.

La reunión, celebrada en el centro social de la Lila, pretendía precisamente sumar más fuerzas en esta batalla. Y casi lo consiguieron. Cerca de un centenar de personas ofrecieron sus puntos de vista sobre la conservación de la fuente, firmaron manifiestos en contra de la apertura del pub y dieron sus recetas para evitar que se instale el negocio en Foncalada.

Por ahora, aplazadas movilizaciones de mayor impacto, el colectivo decidió convertirse en asociación de forma inmediata para «dar forma jurídica a esta inquietud», en palabras de uno de los vecinos. Además, se ha formado un grupo de trabajo para liderar el movimiento y la próxima semana se presentará un recurso de reposición en el Ayuntamiento para solicitar que le sea retirada la licencia al local.

Los vecinos ya presentaron el pasado día 24 un escrito de alegaciones ante la Dirección de Patrimonio en el que piden a Cultura que vuelva a revisar el expediente.