D. ORIHUELA

Los bares de copas se han convertido en el lugar perfecto para que los amigos de lo ajeno hagan su trabajo. En los últimos meses los pequeños hurtos en locales nocturnos han puesto en alerta tanto a los propietarios como las fuerzas de seguridad, que mantienen reuniones de trabajo periódicas para atajar el problema.

La Policía ha aconsejado a los dueños de los bares que instalen carteles en sus locales advirtiendo al público de que no descuiden sus pertenencias. Algunos ya lo han hecho ante el aumento de los robos.

La Policía asegura que llevan tiempo detectando este tipo de hurtos y reconocen que es difícil atajarlo. Normalmente se trata de delincuentes comunes que al cometer hurtos y no robos no tienen ningún problema grave con la justicia. Por ello, según fuentes policiales, se está planteando a la judicatura la posibilidad de que la reincidencia pueda convertir una sucesión de hurtos en delito penal, con todo lo que supone para el ladrón.

Otro de los problemas que se encuentra la Policía es que al no emplearse violencia las personas afectadas no saben si en realidad les han robado o si han perdido alguna de sus pertenencias, por lo que no siempre se denuncia.

Lo habitual es que los ladrones se lleven al descuido prendas de ropa o bolsos de mujer que los clientes de los bares han dejado en un rincón mientras bailan o toman una copa.

La Policía insiste en que se vigilen todas las pertenencias y nunca se dejen fuera de la vista.

La situación ha llevado al responsable de un local nocturno de Oviedo a abrir un grupo en la red social facebook en el que numerosas personas han denunciado haber sido objeto de robos en bares de copas de la ciudad en los últimos meses.