Á. FIDALGO

Un grupo de doce personas con distintas discapacidades participan en un taller de búsqueda de empleo en Oviedo, organizado por FSC Inserta, que es la consultora de recursos humanos de la Fundación ONCE.

«Todos los alumnos del curso son personas con discapacidad en situación de desempleo, a los que les ofrecemos las herramientas necesarias para que se puedan mover con conocimiento, para buscar empleo en las áreas que más se adaptan a sus posibilidades», explicó a este periódico, Patricia Encinas, una de las personas responsable de FSC Inserta

«Les enseñamos los recursos generales que hay en el mercado laboral y los que son específicos para discapacitados, además de saber hacer un currículum y como afrontar una entrevista personal», añadió.

Encinas detalló que también es importante que sepan utilizar las redes de Internet en las que pueden conseguir un empleo.

«En Asturias llevan trabajando desde 1999, aunque concretamente esta plan Inserta lo inauguramos el año pasado con personas que están en paro y con otras que quieren acceder a un primer empleo, o también con las que trabajaron en una etapa de su vida y lo dejaron por cuestiones personales, y que ahora quieren volver a la vida laboral», explicó Encinas.

«También les ayudamos, entre otras cosas, a que sepan utilizar sus capacidades, y a que las sepan vender al empleador, más que su discapacidad», puntualizó.

Para uno de los asistentes a este curso, Miguel Ángel Fernández Campaña, esta es una posibilidad para poder afrontar la situación de minusvalía que tiene por una lesión coronaria, a la que llegó después de muchos años de vida laboral.

«Tengo el 55 por ciento de minusvalía, y en ningún lugar me saben explicar a qué trabajos puedo optar, ni incluso en el propio INEM, porque la normativa al respecto es lo suficientemente amplia como para dejarte desamparado», lamentó.

Miguel Ángel Fernández antes trabajo como auxiliar de topógrafo, en confiterías y también en el sector hostelero.

En cuanto al programa en el que participa destacó que «es muy claro y está muy bien de contenidos».

María Dolores Murias es otra de las asistentes al curso, «el primero que hago y me parece genial porque nos ayuda mucho a las personas que tenemos algún tipo de minusvalía». Hasta que quedó en paro trabajaba en hostelería, sector al que ahora no puede volver. «Al trabajo que puedo optar tiene que ser muy ligero, como conserje o telefonista, porque no estoy para hacer esfuerzos», explica.