L. S. NAVEROS

Menos ingresos, imposibilidad de pedir créditos y más gastos. Este es el panorama al que se enfrenta el Ayuntamiento de Oviedo el año que viene, que va a obligar a los responsables municipales del área económica a hacer encaje de bolillos para atender a todas las obligaciones.

Entre ellas, el mantenimiento y la gestión de los nuevos equipamientos públicos construidos con los fondos anticrisis del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, unos «regalos envenenados» que le costarán a las arcas municipales un millón de euros al año, aproximadamente, según estima el concejal de Economía, Jaime Reinares. Y es que el agua de las piscinas hay que calentarla, alguien debe abrirlas, cerrarlas, limpiarlas y atender a los usuarios. Y lo mismo ocurre con los polideportivos o con otros equipamientos que fueron recibidos, en principio, como maná del cielo por el equipo de gobierno, pero que hay que poner en marcha en un momento muy difícil para las administraciones locales.

Un equipamiento que ya abrió sus puertas, y que hay que sostener, es el polideportivo «Jorge Egocheaga», de Teatinos. Sólo el mantenimiento y gestión de la piscina, y la atención a sus usuarios, le costará a las arcas municipales 101.695 euros. El Ayuntamiento sacó recientemente a concurso el contrato para prestar este servicio, durante siete meses, ya que no se descarta que posteriormente se recurra a una privatización integral de la instalación. También está abierto y en uso el Corredoria Arena, un polideportivo que ya está siendo utilizado por los vecinos del barrio ovetense, gestionado, en principio, de forma directa por la Concejalía de Deportes.

Del mismo modo, hay otros equipamientos que es necesario poner en marcha y abrir a los ciudadanos, tras las obras de construcción. El talud de La Ería, por ejemplo, ya está acabado, pero a falta del equipamiento técnico que permitirá convertirlo en sede de los Museos Virtuales de la ciudad, un centro con capacidad para ofrecer exposiciones virtuales, cuyo contenido se vaya renovando, y que está previsto abrir con una muestra vinculada a la candidatura a la capitalidad europea de la cultura 2016. El proyecto museístico está siendo elaborado por el arquitecto que diseñó el edificio, el madrileño Salvador Pérez Arroyo, y su coste se acercará al medio millón de euros, sin incluir el mantenimiento posterior.

El Florida Arena será otro de los nuevos centros deportivos que habrá que gestionar. El polideportivo, obra también de Pérez Arroyo, al igual que el Corredoria Arena, debería estar finalizado para mediados del próximo mes de junio, y posteriormente abrir sus puertas como polideportivo.

El segundo -y último- plan anticrisis del Gobierno central, en la actualidad en proceso de adjudicación de las obras, también supondrá una mejora en los equipamientos que disfrutarán los ciudadanos, pero más gasto corriente para las arcas municipales. Con este segundo plan se ampliará la escuela infantil Dolores Medio, en La Argañosa, y se construirá otra en el fallido spa de La Florida. Se construirán nuevos campos de fútbol en La Pixarra y un nuevo pabellón cubierto para la práctica del paddle en el parque del Oeste, donde también se cubrirán dos pistas de tenis. Inversiones para tiempos de crisis que no serán fáciles de mantener.