Ángel FIDALGO

El sector hostelero de la ciudad comienza a ver la luz tras un año de vacas flacas. Bares y restaurantes han empezado a generar empleo, las aperturas de nuevos locales se suceden, aunque no al ritmo de los años de bonanza económica, y apenas se registran ya cierres de establecimientos. Miguel Ángel de Dios, presidente de la agrupación local de Hostelería de Asturias, sostiene que la crisis no ha llegado a poner en jaque al sector, aunque admite que «los ingresos disminuyeron». El futuro inmediato se afronta «con optimismo y profesionalidad», sentencia.

Hostelería de Asturias aglutina en Oviedo a la mayoría de los establecimientos del sector, entre los que se encuentran 462 bares y pub, 227 restaurantes y sidrerías, 78 cafeterías, ocho restaurantes especializados en bodas y banquetes y cinco discotecas.

El presidente de la patronal hostelera regional, José Almeida, coincide en que la rentabilidad de los negocios ha bajado, lo que ha generado más de un problema, e incide en que la crisis se cebó sobre todo con la celebración de eventos y trasladó una buena parte de las comidas a la carta al socorrido menú del día.

No obstante, como explica Miguel Ángel de Dios, unas buenas infraestructuras, profesionalidad y una ciudad en la que a la gente le gusta consumir, son las claves que permitieron ir capeando el temporal. «De hecho, en Oviedo prácticamente no se cierran establecimientos», puntualiza. «Soy optimista, y ese optimismo es el que tenemos que trasladar a los clientes, porque tiene que estar la cosa muy mal para que no salgamos de casa a disfrutar de la hostelería. Lo que también tenemos que hacer los empresarios es contener los precios», subraya Miguel Ángel de Dios.

Otra de las claves que permite que la hostelería ovetense esté resistiendo la crisis y remontando con éxito la situación, y mejor que en otras ciudades, son las jornadas gastronómicas que se reparten a lo largo del año en la capital asturiana, como las del Desarme, el Antroxu o la Ascensión, y campeonatos como el del pincho y la minicocina que concluyó ayer. Doce restaurantes y tabernas de la ciudad han quedado con sus creaciones finalistas de este certamen, en el que durante diez días han participado un total de 80 establecimientos. Los pinchos rezuman originalidad, aunque en la práctica totalidad se han utilizado alimentos asturianos.

La concejal de Turismo, Belén Fernández Acevedo, explica que el Ayuntamiento intenta poner en marcha actividades y proyectos que ayuden a movilizar el motor económico de la hostelería, como las citadas jornadas gastronómicas o certámenes de pinchos, así como las fiestas en los barrios. «La gastronomía cada vez mueve a más gente, y los turistas valoran especialmente la que hay en Oviedo, donde tenemos la suerte de ofertar grandes establecimiento que garantizan la promoción que hacemos ofreciendo calidad», afirma Fernández Acevedo.

El auge del turismo cultural, de congresos y también del gastronómico está animando a los empresarios del sector a mejorar la calidad de su oferta, que es la que al final demanda el perfil de estos viajeros. Son además los que más dinero gastan diariamente en sus desplazamientos.

Una situación de la que también se quieren favorecer los empresarios hoteleros. El director de Las Caldas Villa Termal, Feliz Cordero, explica que aunque la crisis se está notando en el segmento del turismo de congresos, convenciones y también del corporativo de empresas, se está empezando a mover. «Todo indica que hay un rebrote», señala. En Oviedo el sector hotelero está formado por cinco hoteles de cinco estrellas, trece de cuatro, dieciséis de tres, nueve de dos y tres de una, a los que se sumarán dos de cuatro estrellas en construcción.