En mi Pravia natal, en los años 50, vi riadas mayores que la de estos días; antes no afectaban a las casas, pues apenas se construía en las vegas. El cauce del bajo Nalón es ancho, y fértiles sus riberas y sótanos porque, de tanto en cuanto les llega tierra de aluvión, síntesis de Asturias. Cuando trabajé en la Costa Cálida, en los 90, observé cómo inundaban de casas barrancos y ramblas y cómo el Segura y sus afluentes, entraban por las ventanas en una región donde alternan enormes crecidas con acusados estiajes, rogativas para que llueva y lamentos porque llovió demasiado. Hay una marea, un equilibrio natural que no respetamos, y la Naturaleza, de manera cíclica, nos pone en nuestro sitio. Decía Heráclito que nadie se mete dos veces en el mismo río; Ángel González lo traducía al chino: «Nadie se mete dos veces en el mismo lío». Ambos se equivocaban.