Á. FIDALGO

Las fiestas de San Pablo de La Argañosa están enfrentado a la Asociación de Vecinos de San Pablo, que la preside el anterior alcalde de barrio, Luis Ángel Gutiérrez Llanos (PP), con la Agrupación local de Hostelería de este barrio, que organizará la próxima semana las mismas fiestas coincidiendo con el santoral, mientras que las otras se celebran este fin de semana en la explanada del Tartiere. Este cisma también está enfrentado a comerciantes y vecinos.

Cada uno tiene su versión y las dos son radicalmente opuestas. Los hosteleros del barrio sostienen que esta celebración se organizó de espaldas a su colectivo, según su portavoz, Rafael García, «ya que no sólo nos ignoraron, pese a nuestras llamadas, sino que además subcontrataron las fiestas a hosteleros de otra zona de Oviedo; no sabemos por qué intereses económicos».

Mientras tanto, el representante de la asociación vecinal, a la que los hosteleros atribuyen una «pequeña» representación en el barrio por el número de socios que tienen, puntualiza que esta celebración la vienen organizando desde hace dieciocho años, salvo el año pasado que no se hizo por falta de recursos, y que ahora los hosteleros la pretenden capitalizar sin contar con ellos.

A los hosteleros también les resulta extraño que organicen las fiestas una semana antes y en un recinto que no pertenece al barrio, como es el aparcamiento del Carlos Tartiere. Además, también mostraron su sorpresa porque la asociación vecinal reservó una parte de la plaza de Pedro Miñor, al final de Valentín Masip, para poner una churrería y unas colchonetas infantiles que se mantendrán durante las fiestas que organizarán los hosteleros. «Este recinto es el que necesitaremos nosotros para nuestras fiestas que son las del barrio», explicó Rafael García, que no entiende por qué mantendrán estás instalaciones «si sus fiestas ya las hacen esta semana en el Tartiere». ¿Una provocación? «No lo sabemos pero nosotros ocuparemos esta plaza la próxima semana, y si la Policía Local piensa que no estamos en nuestro derecho, que nos desalojen», zanjó.

Rafael García también se pregunta cómo dos fiestas de San Pablo de la Argañosa pudieron pasar por la Comisión de Gobierno del Ayuntamiento pidiendo subvenciones sin que a nadie se extrañara, y también cómo es posible que si el Ayuntamiento encargó a las agrupaciones de hosteleros de la ciudad la organización de las fiestas en los barrios para promocionar la candidatura a la capitalidad europea, autorizara la fiesta que ahora se organizó.

Por si el lío fuera poco, la programación del Tartiere, que incluye un festival de música electrónica todas las noches, ya ha provocado la protesta de varios vecinos, y el PSOE anunció que preguntará quién dio permisos y autorizó estas fiestas. La programación se alargó estos días hasta más de las seis de la mañana, mucho más de lo permitido por el Ayuntamiento. Aunque algunos vecinos no protestan por el ruido, otros mostraron su indignación por esta programación y los daños causados en el mobiliario urbano por las zonas próximas.