S. C.

Una ciudad sin polución y en la que el automóvil deje paso a los peatones y a las bicicletas. Es el objetivo de uno de los ochenta proyectos que conforman la candidatura de Oviedo a capital europea de la cultura, y que pone especial énfasis en el uso de los vehículos eléctricos, «por su carácter vanguardista, silencioso y no contaminante».

En colaboración con la Fundación Hidroeléctrica del Cantábrico, un presupuesto de un millón de euros y un desarrollo hasta 2016, el proyecto incluye la progresiva renovación de toda la flota municipal de transporte, como autobuses, coches de la policía y vehículos de los distintos servicios municipales -basura, jardinería, riego...- y su sustitución por vehículos eléctricos. Asimismo, se prevé la instalación por todo el municipio de puntos de recarga eléctrica para estos vehículos y la creación de un servicio de alquiler de coches eléctricos que se ofrecería en los principales hoteles de la ciudad.

El proyecto, que lleva como título «Capital de la movilidad sostenible», tiene también un amplio apartado destinado a la necesidad de fomentar el uso de la bicicleta en la capital asturiana. Así, se quiere instalar carriles específicos para bicis en la práctica totalidad de las calles de la ciudad, con sistemas para poder aparcar las bicicletas con seguridad en distintas zonas del casco urbano y ofreciendo a los ciudadanos un servicio de préstamo de bicis, tanto convencionales como eléctricas.

Se trata en definitiva de ampliar a toda la ciudad el llamado «plan 30», ya aprobado por el Ayuntamiento y en vísperas de ponerse en práctica, para instalar carriles bici dentro de la zona marcada por el perímetro delimitado por las calles Hermanos Pidal, Avenida de Santander, General Elorza, parte de la Ronda Sur, Muñoz Degraín y González Besada.

En todas las calles de este núcleo urbano la velocidad estará limitada a treinta kilómetros por hora para ayudar a que el tráfico de bicicletas y de coches pueda convivir sin problemas. El plan, en su primera fase, también habilitará «calles 30» y «carriles 30» (en este caso se trata de vías de doble carril donde las limitaciones para ayudar a circular a las bicicletas se limitarán sólo a uno de ellos) en todo el perímetro de esta área central y en el eje La Corredoria-El Cristo, de forma que desde la carretera de La Estrecha hasta la parte más alta de Fuertes Acevedo se podrá circular en bicicleta con la protección de señales horizontales y verticales que así lo indicarán.

Dentro del perímetro y del área de la «zona 30» quedará excluida toda la zona peatonal del casco antiguo y se salvará la Ronda Sur. En esta altura, a los ciclistas que quieran subir por ese lado suroeste de la ciudad se les propondrán itinerarios alternativos por el Postigo.