Aroa FERNÁNDEZ

Los turistas apuestan por Oviedo. Tan sólo hace falta recorrer sus calles para ver las terrazas repletas de visitantes o las estatuas convertidas en el objetivo de innumerables cámaras fotográficas.

La gaditana Ángela Galache posaba ayer junto a la escultura de «La Maternidad», en la Plaza de la Escandalera. El momento se encargaba de inmortalizarlo su marido, Juan Gervilla. El matrimonio vino a Asturias con el objetivo de relajarse. Desde hace una semana se alojan en el balneario de Las Caldas y, según cuentan, la relajación está siendo total. «Hemos venido a descansar y tenemos pensado visitar Oviedo y Gijón», explica Juan Gervilla. Ayer decidieron pasear por las calles de la capital. «Oviedo es una ciudad muy bonita», apunta Ángela Galache. Es la primera vez que visitan Asturias, y por el momento están «maravillados». «Nos encanta lo verde del paisaje», añade Galache. Hoy tienen programado ir a Gijón y mañana finalizarán sus vacaciones en el Principado.

En la calle Gascona, los turistas se congregan a la hora de comer. Unos comen sentados en las terrazas, mientras otros esperan por una mesa para comenzar el almuerzo. Éste es el caso de la familia de Adela Rodríguez. La joven prepara el examen MIR desde hace meses, y este fin de semana ha recibido la visita de sus tíos Pepi Barba y Francisco Río, junto a su prima Albina Río. Era la primera vez que estaban en la ciudad y confiesan sentirse «encantados». «Es una ciudad muy acogedora y limpia, además los ovetenses son muy amables», elogia Pepi Barba. «Lo malo es que está un poco complicado encontrar mesa», añade su marido, Francisco Río.

Por su parte, la familia Herrera García pasa todos los años sus vacaciones en Asturias. «Venimos desde 1982 y solemos ir a Salas, Grado, Belmonte, sobre todo recorremos la zona central de Asturias», cuenta la madrileña María Ángeles García. Entre sus múltiples paradas, ayer comieron en Oviedo en un restaurante de la calle Gascona. «La ciudad nos encanta», asegura su marido, Carlos Herrera. «Buena comida, buena gente y buen paisaje, qué más se puede pedir», añade García.