David ORIHUELA

Otra visión de «Il Trovatore», que no se pretende moderna pero que tampoco responde a los cánones del clasicismo. Así se presentó ayer la producción de la ópera de Verdi, que se estrenará el viernes en el teatro Campoamor dentro del ciclo lírico ovetense que organiza la Fundación Ópera de Oviedo y que cuenta con el patrocinio de LA NUEVA ESPAÑA.

El segundo título de la LXIII Temporada de ópera de Oviedo es una coproducción del Liceo de Barcelona, el Capitolio de Toulouse, la Llosa de Lérida y el Campoamor. Los cuatro teatros propusieron a uno de los mejores directores de escena del mundo -como calificó Javier Menéndez, director artístico de la Ópera de Oviedo, a Gilbert Deflo- hacer un «Trovador» diferente. El de Flandes aceptó el reto y se ha volcado en su trabajo con Julian Reynolds, director musical de la producción.

Entre los dos han montado un espectáculo basado en los sentimientos y sin lugar para lo accesorio. «Es un escenario vacío», desveló Deflo en la presentación de la ópera. El director de escena matizó que «unas telas sirven para presentar los mundos de los dos hermanos». Reynolds se pondrá al frente de la orquesta «Oviedo Filarmonía» para crear una música de Verdi que según la opinión del maestro «es una revelación psicológica, un psicodrama, una guerra metafísica con la tierra». Reynolds ve la partitura «muy dramática» y la compara con el ambiente del capitán Alatriste.

Para unirse a ese drama metafísico de una ópera con muy poca acción sobre el escenario Gilbert Deflo utiliza a los cantantes, sus voces, sus cuerpos, el vestuario y la luz, con el fin de lograr un resultado «casi olímpico, distante pero en el que el morir, el amar o el odiar debe ser bello». Para ello «hay que encontrar un ritmo espiritual», explicó Deflo, para quien «el arte dramático puede matar al arte musical, y viceversa».

Frente a los dos directores, musical y de escena, han trabajado Hui He (Leonora), Dalibor Jenis (el Conde Luna), Walter Fraccaro (Manrico), Elisabetta Fiorillo (Azucena), Stefano Palatchi (Ferrando), Marifé Nogales (Inés) y Albert Deprius (mensajero).

El estreno de esta producción tendrá lugar el viernes a las ocho de la tarde. La función se repetirá los días 11, 14 y 17. El sábado 16 tendrá lugar la representación con el segundo reparto, una de las apuestas de la Ópera de Oviedo.