Escribe un artículo dirigido a mí la concejala socialista Margarita Vega que, con mucho gusto, contesto a continuación.

Creo en la gestión realizada por los gobiernos del Partido Popular en Oviedo, con Gabino de Lorenzo, en Asturias, con Sergio Marqués, y en España, con José María Aznar.

Margarita Vega se refiere principalmente a la gestión municipal ovetense y lo hace enlazando una serie de falsedades que no resisten el más mínimo contraste con la realidad; hasta tal punto no lo resisten que los ovetenses llevan votando al Partido Popular y a Gabino de Lorenzo durante los últimos veinte años y parece que van a seguir haciéndolo.

Mucho desprecia doña Margarita Vega la inteligencia de la sociedad ovetense cuando sigue repitiendo la vieja letanía de la deuda, los impuestos y la calidad de los servicios sin darse cuenta de que los ovetenses conocen perfectamente esos tres asuntos que forman parte de la gestión municipal y dan su aprobación a ésta por una amplia mayoría.

La mentira es consustancial al discurso socialista. El otro día el mismísimo Zapatero se reía de sí mismo en público señalando las contradicciones entre lo que dice y lo que hace.

Muy recientemente resultaba divertido ver al casi ex presidente Areces comentar en una televisión nacional lo mucho que le había costado tomar la decisión de irse cuando todo el mundo sabe que lo echan, y por eso se va.

Vayamos a lo principal: la política socialista para Asturias tiene como característica principal un recorte de las inversiones públicas brutal, muy superior al del resto de las comunidades autónomas, que va a impedir que Asturias esté comunicada por Oriente y por Occidente a través de autopista y hacia la Meseta por tren de Alta Velocidad.

La política socialista para Asturias se caracteriza por un recorte brutal a los fondos mineros, justo cuando se anuncia que en 2014 se va a cerrar todo el sector.

Frente a ese castigo del Gobierno de Zapatero contra Asturias, Javier Fernández y el PSOE piden resignación.

En el ámbito del Gobierno regional la política socialista se caracteriza por las adjudicaciones irregulares y a dedo, por la red de chiringuitos en los que viven atechados muchos cientos de militantes socialistas despilfarrando los recursos públicos y por una política de sobrecostes en las obras públicas, «agujero negro» por el que se han ido los recursos necesarios para acabar las obras públicas como, por ejemplo, el HUCA.

Aquí se va a recortar la Sanidad para seguir pagándole el sueldo a cientos de socialistas enchufados en el IDEPA, Gispasa, Vipasa, Recrea, etcétera, etcétera.

Ése es el retrato de la política socialista y frente a esa realidad el Partido Popular plantea una Asturias respetada en Madrid y un Gobierno regional cuya gestión se base en el imperio de la ley, el protagonismo de los funcionarios en la gestión, la liquidación de los chiringuitos, los sobrecostes y los enchufados. Con el ahorro conseguido se podrían reducir los impuestos y hacer una política de apoyo a la creación de empleo, a la labor de las pymes como un elemento imprescindible de desarrollo económico y laboral, a los emprendedores para que puedan realizar sus proyectos, a la promoción de los jóvenes para que no tengan que emigrar y puedan desarrollar su excelente formación en su tierra, a la generación de nuevos sectores económicos que mejoren el tejido productivo regional y a una política territorial integradora que supere las desigualdades y que plantee estrategias comunes que desarrollen los recursos y los potenciales de cada municipio.

Dice Javier Fernández que las ideas del PP son clandestinas. Yo, el mismo día en que sea elegida oficialmente candidata del Partido Popular a la Presidencia de Asturias, voy a proponerle un debate público donde, como y cuando él quiera para hablar sobre Asturias, sus problemas y sus necesidades. Entonces, todos podremos comprobar que el Partido Popular tiene un proyecto renovador para Asturias frente a lo que representa Javier Fernández: el continuismo del desgobierno de Areces, la resignación ante Madrid y la absurda y continua alusión ideológica en unos momentos en los que necesitamos soluciones políticas innovadoras y no soflamas trasnochadas.

Asturias, como España, necesita un Gobierno del Partido Popular con urgencia para salir de la depresión económica, política y social de la que los gobiernos socialistas se muestran incapaces de sacarnos.