Contra la humedad

Está previsto el cambio de la cubierta, colocando una impermeabilización transpirable y cambiando la actual teja árabe por «tégula romana», más grande. La modificación afectará a la imagen del monumento, ya que prolongará los aleros, lo que dificultará que el agua de lluvia afecte a los muros. La «tégula» era la cubierta original del monumento prerrómanico. También se construirá un pavimento, con una anchura variable entre 3 y 5 metros, de piedra caliza, para evitar que el agua se encharque junto a los muros del templo. Se rellenarán las juntas y se limpiarán los muros de mampostería.

Menos peso

La puerta de entrada a la iglesia perrománica tiene dos hojas, y cada una pesa 80 kilos. Está sujeta por unos anclajes a la piedra de San Miguel, y pese a las intervenciones anteriores, los anclajes siempre van cediendo, con el consiguiente daño al monumento, cuyos muros perimetrales tienen 65 centímetros de espesor. La obra prevé la retirada de esta puerta, colocada hace más de 40 años por Luis Menéndez Pidal, y su sustitución por un cierre más ligero, que además se apoyará sobre ruedas en su parte inferior, de forma que su peso afecte lo menos posible al monumento prerrománico.