Ch. N.

El caso del joven que sufrió una paliza en San Lázaro en la noche del sábado a manos de menores marroquíes, según su denuncia, sigue provocando reacciones en diversos colectivos vecinales que se suman a esta denuncia y ven en el problema de la integración del colectivo inmigrante tutelado por el Principado un problema generalizado de conflictividad y delincuencia en la ciudad.

La nueva Asociación Vecinal Amigos del Parque de Invierno quiso manifestar ayer a través de un comunicado «su gran preocupación y su total rechazo a los continuos robos, agresiones y violencia que se vienen produciendo en Oviedo y con mayor incidencia en la zona del Parque de Invierno y sus zonas limítrofes por menores de edad acogidos bajo tutela en el Materno Infantil situado en el propio parque».

Los vecinos agrupados en esta asociación acusan al Principado de defender «con palabras muy bonitas la acogida de estos menores» pero no hacer «efectiva» su tutela, «que deja mucho que desear», añaden. «¿Qué control tienen sobre estos chicos y qué libertades les dan a unos menores que a las seis de la madrugada campan a sus anchas y de manera indiscriminada roban, asaltan y palizan a quien se cruza en su camino?», se preguntan los vecinos del Parque de Invierno.

La asociación insiste en que «se están produciendo constantemente hechos lamentables y no podemos esperar a que ocurra uno de consecuencias irreparables para tomar cartas en el asunto. Creemos además que el sitio en el que están ubicados es el menos indicado al estar en el mismo recinto donde hay niños y bebés y en el entorno del parque donde pasea mucha gente mayor a los que ya dieron muchos disgustos, exigiéndoles dinero a modo de peaje en lo que parece ser su territorio». En su despedida, exigen al Principado que intervenga de forma urgente para evitar que «la tutela de estos menores sea un auténtico peligro y riesgo para los ciudadanos».

La asociación Entorno de Foncalada también quiso ayer sumarse a estas denuncias y, a través de portavoces de su directiva, aseguró que con fecha anterior a que se produjera la agresión en San Lázaro ya habían presentado escritos al Principado denunciando conflictividad en la zona y exigiendo medidas. Los vecinos de Foncalada aseguran que grupos de menores cuya tutela dependería supuestamente del Principado ocupan a diario hasta las cuatro o cino de la madrugada la plaza próxima a la casa de Doña Urraca, y que en su mayor parte proceden de dos pisos de acogida existentes en el barrio.

A pesar de que fuentes de la Consejería de Bienestar Social negaron que dispusiera en la actualidad de ningún piso ni centro en la zona, la denuncia de otra chica, agredida por un menor marroquí el pasado verano, apunta también a esta supuesta casa de acogida de Foncalada como otro centro de conflictividad.

La joven, que prefiere no revelar su identidad, regresaba a casa con una amiga en la noche del 7 al 8 de julio, a las tres y media de la madrugada, cuando fueron golpeadas por la espalda, cayeron al suelo y sendos menores se lanzaron sobre sus bolsos. La víctima sufrió una fractura en el hombro como consecuencia de la agresión y sigue todavía en rehabilitación.

La Policía logró recuperar su móvil y detener a su presunto agresor, un menor que vivía, asegura la denunciante, en un piso tutelado de Foncalada.

Tanto la joven ovetense como su amiga ya han prestado declaración y están a la espera de que se celebre el juicio. El presunto agresor se encuentra en el centro de Sograndio y en el momento de su detención acumulaba ya una hoja de antecedentes plagada de delitos menores.

La joven y su madre piden también cuentas al Principado a la hora de entender cómo «un menor con antecedentes puede estar sin vigilancia y andar por la calle a esas horas». Madre e hija aseguran que la nula conflictividad en las calles de Oviedo se está convirtiendo en un «problema serio» por culpa de los problemas derivados de la tutela de ciertos grupos de menores.

La madre de la joven agredida llegó, incluso, a plantearse la creación de una plataforma ciudadana que aglutinara a todos los que han sufrido de alguna forma la violencia y la conflictividad de los menores que dependen de la red de centros de tutela y acogida del Principado. En la actualidad, y después de la agresión a un joven en San Lázaro el pasado fin de semana, está dispuesta a ponerse en contacto con asociaciones vecinales para tratar de remediar «esta sensación de impotencia».