En representación del Colegio de Aparejadores, que con el de Abogados y Química del Nalón es el patrocinador más antiguo de los premios fin de carrera de la Universidad, asistí al acto académico que, por Santa Catalina, con la venia de Gotor, comenzó con la pobre conferencia de Marcelino F. Verdes, consejero de ACS, empleado ahí desde que terminó Ingeniería, según dijo. El largo título, gerundiano, redundante, pareado y grandilocuente, da idea de lo que seguirá: «Construyendo el futuro de la construcción. Expansión internacional»; gráficos de barras y un sonriente discurso anodino, plagado de obviedades y generalidades, como si hablara de una empresa sin alma. Parece que, además de no bajarse de su ACS, jamás se bajó del avión. Seguro que no es así, que es una persona familiar y ovetense de pro, pero me sentí decepcionado por su visión helada de la vida.