El último concierto del VI Ciclo de música sacra «Maestro de la Roza» tuvo vocación de atemporalidad. Bajo el título «Vetera et nova» (antigua y nueva) la Escolanía San Salvador realizó una mirada retrospectiva al canto gregoriano a través de los principales compositores de música sacra de finales del siglo XX y principios del XXI.

La tradición del canto gregoriano fue presentada en forma de armonizaciones a tres y cuatro voces «a capella» o con acompañamiento de órgano. Alternaron la dirección de la Escolanía y los Pueri Cantores Gaspar Muñiz y Elisa García, responsable del acompañamiento desde el órgano de San Isidoro. Las obras correspondieron a diferentes momentos de la liturgia. De Navidad se interpretaron «Puer natus in Betlehem», de Boltz, y «Veni, veni, Emmanuel», de Willcokcs, y de la adoración eucarística, «Pange, lingua, gloriosi», de Bönig, y «Adoro te devote», de Kuras.

Con especial delicadeza se interpretó «O Sacrum Convivium», del Maestro «ad vitam» de la Capilla Sixtina Bartoluci. Armonizada para cuatro voces y solista, esta antífona fue muestra del compromiso de la Escolanía con la formación vocal de sus componentes, en su mayoría niños. Establecido el diálogo antifonal entre el coro y la solista -la niña Andrea Pardo-, Gaspar Muñiz supo dar vida y energía a una obra en apariencia sencilla pero cargada de contrastes armónicos y dinámicos.

El momento álgido del concierto se vivió fuera de programa con la interpretación «In paradisum», del polaco Botor, compuesta especialmente hace un año para la memoria de Alfredo de la Roza. Construida musicalmente sobre la repetición del texto latino «Al Paraíso te conduzcan los ángeles», el compositor realiza un tratamiento alegórico de las voces que van despidiéndose hasta dejar a las sopranos el protagonismo final de la vida que se apaga.

La Escolanía San Salvador ha demostrado una vez más que con esfuerzo y trabajo diario y desinteresado se pueden alcanzar objetivos de gran calidad y compromiso. Fruto de este buen hacer será el concierto que ofrecerán ante el Papa Benedicto XVI en Roma el 1 de enero, con motivo del I Centenario del Pontificio Instituto de Música Sacra.