El alcalde de Oviedo, Garbino de Lorenzo, inauguró ayer el belén de la plaza de la Catedral, dentro de los actos con los que se inicia la Navidad en Oviedo. La escena principal, el nacimiento, se representa con figuras de tamaño natural, y está acompañada por un gran belén histórico realizado por la Asociación Belenista de Oviedo. Antes de la bendición, el canónigo de la Catedral José Franco destacó la importancia del belén como «tradición mundial» y «expresión de amor». Tras recorrer las tres instalaciones de la plaza, Garbino de Lorenzo lamentó que estas navidades no se haya instalado el belén en diez colegios de la ciudad por la presión «de una minoría». «El belén es la tradición de una mayoría silenciosa», añadió el regidor, «y, sin pasar por encima de las minorías, es esa mayoría la que tiene que mandar. Si la mayoría dice que sí, se tiene que poner», sentenció, antes de aseverar que aún no había escrito la carta a los Reyes: «espero que lo que pido me lo traigan antes del 6 de enero», apostilló, en clara referencia a la elección del candidato del PP a la Presidencia del Principado.