Ángel FIDALGO

«Todos los niños de Oviedo fueron muy buenos y por eso les vamos a traer muchos regalos». Así lo aseguró ayer el ayudante del Rey Mago Gaspar mientras asentían los de Melchor y Baltasar, cuando probaban los trajes con los que desfilarán en la cabalgata que mañana, miércoles, recorrerá las calles del centro de la ciudad.

Los regios ayudantes son el presidente del Club de Tenis, Fernando Fernández-Ladreda; el fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA), Gerardo Herrero, y el coordinador del Consulado de Senegal en Asturias, León y Galicia, Abdou Lahad Lo.

El ayudante de Baltasar, Abdou Lahad, se mostró muy ilusionado «por poder hacer felices a los niños de Oviedo en la gran noche mágica» mientras se ajustaba el gorro, que le quedaba un poco grande. Al final se arregló gracias a los buenos oficios de los dos asistentes reales: Marino Tuya, con nada menos que 43 años de servicio a la realeza de Oriente, y Luis Costales.

Abdou confesó al final que en su país su nombramiento no era todavía conocido. «No, no, en Senegal no saben nada todavía, por ahora sólo mi mujer», explicaba divertido, consciente, sin embargo, del relevante cargo que le fue otorgado, ya que ayudará a que sus compañeros del largo viaje entren por la puerta grande en Oviedo.

Este año la responsabilidad del ayudante de Baltasar será muy importante. Para empezar tendrá que ayudar mañana a sus compañeros en la recepción oficial en el Ayuntamiento de Oviedo y, después, a la una de la tarde de la víspera de Reyes, durante la audiencia de los Magos en la plaza de Trascorrales.

Fernández-Ladreda, ayudante de Melchor, fue el último en probar ayer el traje real porque se le complicó el largo viaje desde lejanas tierras. Mientras ponía la corona, pidió a los niños ovetenses que «sean buenos y obedientes con sus padres» para, de esta manera, «tener su justa recompensa» en la noche mágica.

Mientras tanto, Herrero, ayudante de Gaspar, que comentaba que su cofre de regalos este año estaba bastante lleno, advertía que el cetro, que sólo es digno de emperadores y reyes, pesaba un poco más que otros años. Sus compañeros opinaron lo mismo, pero eran conscientes de que este pequeño esfuerzo forma parte de su cargo real. Y además, como ayudan a los magos, siempre tienen algún truquillo para que al final casi no se enteren de que los llevan cogidos.

Los tres ayudantes, una vez vestidos y tras mirarse a un espejo un poco presumidos, coincidieron en que a todos les quedaba muy bien el traje con el que desfilarán por las calles de Oviedo en la noche mágica de Reyes. Un desfile inolvidable en el que este año participarán más de dos mil personas y doscientos caballos, según destacó el director de la Sociedad Ovetense de Festejos (SOF), Javier Batalla, que destacó la «seriedad y la profesionalidad» de los asistentes reales, «ya que es un evento tan importante que no puede haber fallos porque para hacer felices a los niños todo es poco». Después añadió: «Como los niños siguen siendo lo más importante, este año la cabalgata no tuvo recortes económicos».

Los ayudantes de los Reyes, conscientes de la importancia de su trabajo, estaban un poco pensativos. Pero no tendrán ningún problema porque estarán acompañados muy de cerca, para que nada falle, por personas con mucha experiencia.

«Pido a todos los niños que sean buenos y obedezcan a sus padres»