David ORIHUELA

Los pisos de la urbanización de Montecerrao se vendieron como un enclave semirrural a pocos metros del centro de la ciudad. Las vistas hacia la sierra del Aramo y hacia el Parque de Invierno y el propio entorno ajardinado fueron uno de los principales reclamos de la promoción. Pero lo que no esperaban los vecinos del barrio es que la cosa fuese tan real como para encontrarse dos ejemplares de jabalí paseándose la noche del jueves por la calle Mieres, una de las vías de la urbanización más cercanas al casco urbano de Oviedo. Esta calle es la prolongación de Joaquín Villa Cañal que une la avenida del Cristo, a la altura del centro de salud, con el nuevo barrio ovetense.

Todo ocurrió a las nueve y media de la noche cuando unos vecinos de Montecerrao que estaban en su casa con unos amigos divisaron al mirar por la ventana de un sexto piso a dos jabalíes en la calle. Inmediatamente uno de ellos desapareció de su campo visual y a los pocos momentos ya no había animales en la zona. Aun así, los vecinos se quedaron sorprendidos y con el susto en el cuerpo.

Esta no es la primera ocasión en la que se ven jabalíes en el entorno de Montecerrao, pero nunca habían llegado a estar tan cerca de las viviendas. Por ahora el Ayuntamiento de Oviedo sabe que las bestias campan habitualmente en zonas verdes como el Parque del Oeste pero aún no han detectado su presencia ni los daños que puedan provocar en zonas ajardinadas del casco urbano. Incluso así, la concejala de Parques y Jardines, Paloma Gázquez, no se mostró ayer demasiado extrañada de que los jabalíes ya hubiesen entrado en zona urbana porque en el Ayuntamiento saben que están cerca.

El último avistamiento de animales en este entorno tuvo lugar hace apenas un mes cuando un jabalí cruzó a medianoche la autovía a Mieres apenas a un centenar de metros de la plaza de Castilla. El animal se dirigía desde Montecerrao al Parque de Invierno, a una zona colindante con pequeños bosques.

Era noche cerrada y los pocos conductores que en esos momentos transitaban por la zona se llevaron una enorme sorpresa, incluso alguno de ellos tuvo que frenar bruscamente para evitar colisionar con el animal que cruzaba la calzada.

El avance de los jabalíes hacia Oviedo desde zonas próximas a la ciudad queda patente con los numerosos encuentros que los conductores han tenido con ejemplares de esta especie en la autovía de Trubia, la A-63, en la que los animales han invadido la carretera en numerosas ocasiones. El pasado mes de marzo un jabalí provocó un accidente en el que se vieron implicados cinco coches y en el que resultó herida leve una persona que fue atropellada.

El jabalí abandona poco a poco su hábitat rural y se adentra en el casco urbano de la ciudad.