Pablo ÁLVAREZ

El neurólogo Rafael Blesa, una de las mayores autoridades del país en la enfermedad de Alzheimer, dio ayer una noticia relativamente buena, otra bastante mala y una serie de consejos preventivos acerca de esta enfermedad neurodegenerativa. La buena -especialmente para quienes tienen familiares muy cercanos afectados por el alzhéimer-, que sólo el 1 por ciento de los casos es hereditario. La mala, que los cuatro medicamentos actualmente disponibles -todos ellos sintomáticos- actúan aproximadamente como un café: «Te tomas uno y al cabo de un rato se te ha pasado el efecto y necesitas otro». Y los consejos preventivos: hacer ejercicio, comer con moderación, mantener una intensa interacción social y no fumar. Esta última recomendación va muy en serio, puesto que «los que fuman tienen un cien por ciento más de posibilidades de padecer alzhéimer», aseveró.

El doctor Blesa, director del servicio de neurología del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona, dictó una conferencia sobre el alzhéimer en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA. Horas antes había hablado en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), invitado por la Comisión de Docencia y Formación Continuada del complejo sanitario ovetense. El profesor Blesa fue presentado por Julio Pascual, director del área de gestión clínica de neurociencias del HUCA.

El neurólogo catalán subrayó la creciente incidencia del alzhéimer a causa del aumento de la esperanza de vida. Buena parte de su intervención la dedicó a subrayar la necesidad de potenciar el diagnóstico precoz, entre otras razones porque facilitará la investigación de tratamientos que puedan atajar la enfermedad cuando ya esté presente en el cerebro, pero antes de que empiece a dar síntomas.

Según Rafael Blesa, las células madre no ofrecen en el momento actual ninguna expectativa reseñable en el campo del alzhéimer. En cambio, sí generan esperanzas algunos de los fármacos que se hallan en las fases finales de desarrollo.