El Monte de Piedad es una clásica institución, ligada a las Cajas de Ahorros, que tiene su origen en la Italia del siglo XV, llegando a España en 1702 como una feliz idea de socorro económico mediante el préstamo con objetos como prenda de garantía.

En 1880 se abre el Monte de Piedad de Oviedo, unido a la Caja de Ahorros, a la sombra de la ley de 29 de junio de ese año que estimulaba estos centros de carácter benéfico.

El Monte de Piedad de Oviedo está fuertemente unido a la historia de la ciudad y siempre estuvo instalado en la zona de la Catedral. Actualmente, y desde hace años, está en la calle Schultz, en la trasera de la que fue sede central y única de la Caja, ocupando un espacio importantísimo de la ciudad histórica, enfrente de lo que fue hospital de San Juan y antes palacio real. Allí estuvo también la primitiva iglesia de San Juan, y todas aquellas son piedras llenas de historia, pero a eso no vamos hoy.

El Monte de Piedad tiene memoria de muchas vicisitudes ovetenses, de altibajos de fortuna. Antes se podían empeñar todo tipo de objetos y era clásico lo de empeñar la bicicleta e incluso el colchón para ir a los toros o a un buen partido de fútbol. Desde hace años no se admiten como prenda más que joyas y alhajas, y la institución, como consecuencia de las circunstancias económicas, está viviendo un aumento grande de sus ocupaciones. Los objetos se exponen durante unos días en la sede social, sino han sido rescatados por sus dueños, y luego se subastan en una sala de la Caja de Ahorros, con tortuosa entrada por Mendizábal. Gentes muy variadas y en la última subasta, la primera de este año 2011, celebrada el 9 de febrero, salieron a subasta más de trescientas prendas, entre las que había objetos de mucho valor, rigurosamente tasados, entre los que estaban varios relojes de oro de bolsillo -el típico recuerdo de familia-, no pocas cruces de la Victoria con pedrería y sortijas y pendientes de oro y brillantes valorados en varios miles de euros.

La próxima subasta será el 4 de abril y otras tres se repartirán a lo largo del año. Muchas cosas se desprenden de la realidad del Monte de Piedad.