El senegalés que fue juzgado ayer en Oviedo como autor de un delito contra la propiedad intelectual por vender de forma ilegal discos piratas en el Campillín negó los hechos, aunque admitió que trató de huir de los agentes «porque estaba indocumentado». El fiscal mantuvo la petición de seis meses de prisión por un delito de resistencia, pero sustituyó la petición de cárcel por el delito contra la propiedad intelectual por una sanción económica. En caso de ser condenado, deberá abonar 180 euros. La defensa solicitó la libre absolución o, alternativamente, que los hechos sean calificados como una falta de desobediencia, y criticó la «abrupta y desproporcionada» reacción policial.