Ya tenemos parchís «Made for Asturias», enmarcado en castaño. Sus fichas no son planas, de empujar con el dedo, cunden como piezas de ajedrez: Pelayo es rojo, esgrime espada corta, templada en la fragua de Montovo, en Belmonte de Miranda. Amarilla la xana descalza, de luengos cabellos dorados y diadema con berberechos de Castropol. Verde botella la montera, chaleco y calzón de un escanciador maduro, con barriguina, que si ye rumano no lo parez. Azul el dengue, mantéu y pañuelo de la aldeana en jarras. Marrón un oso rampante; quien lo coma habrá de hibernar antes de contar veinte. Y lila el tenor del Coro Minero de Turón, que carga con un martillo neumático, gentileza de GAM. Lástima unos dados de azabache y vasinos de sidra por cubiletes. En suma, un parchís en tiempos de paro, para jugar en familia, a la espera de que un cinco nos saque de casa.