Ch. N.

La programación cultural en Oviedo sirve como primer asunto para analizar los programas de los principales partidos políticos que se presentan a las próximas elecciones. Resulta curioso que todas las formaciones, incluida la lista del PP, que encabeza el alcalde Gabino de Lorenzo, hacen suyas en mayor o menor medida las propuestas planteadas durante los últimos meses por el movimiento Oviedo SOS Cultura, que defiende la necesidad de aumentar la oferta cultural municipal a otros ámbitos, más allá de los tradicionales de la clásica (opera incluida), en los que la ciudad ha destacado en los últimos años.

Los partidos difieren, no obstante, en la forma de lograr esa variedad. Y mientras la oposición exige que se resucite la Fundación Municipal de Cultura como garante de la transparencia y participación ciudadana en la programación artística, el PP no alude a nuevos modelos de gestión.

De Lorenzo razona que «la actividad cultural es una apuesta estratégica para Oviedo, no sólo para responder a la creciente demanda de los ovetenses, sino también para generar una importante actividad económica con el desarrollo de una industria cultural en la ciudad y con la positiva incidencia que tienen estas actividades en la proyección turística de Oviedo». Así, promete que seguirá manteniendo la apuesta por una gran programación lírica y sinfónica, «que ya son», resume «un compromiso inquebrantable». También garantiza que continuará con el resto de actividades en marcha (cita danza, jazz, teatro, folclore) y promete abrir «nuevas perspectivas para dar cabida a los agentes y artistas ovetenses en otras disciplinas, para lo que ya estamos trabajando con los colectivos que han planteado en los últimos meses alternativas culturales».

«Potenciar el carácter cultural», concluye, «es uno de los rasgos distintivos del "modelo Oviedo" y va a ser uno de los elementos destacados del próximo mandato. La actividad cultural y musical, entendida ésta en la más amplia expresión de la palabra, supone para Oviedo una marca universal que nos prestigia. Por ello, reafirmo mi sólido compromiso con la música, la lírica y la cultura».

El PSOE, que precisamente presenta hoy, a las 19.00 horas, en el auditorio Príncipe Felipe el apartado cultural de su programa electoral, se compromete a «profesionalizar y democratizar la programación cultural ovetense». «La prioridad de nuestros recursos públicos», denuncia Paloma Sainz, «no puede estar destinada a cumplimentar los deseos y gustos de un alcalde». Para solucionarlo, reclama, más allá de una concejalía de Cultura con contenido real, «la necesidad de generar espacios, como una Fundación Municipal de Cultura, que sean capaces de poner en contacto y procurar la transparencia necesaria entre creadores, profesionales y técnicos».

El PSOE no tira por el suelo, no obstante, el «modelo ópera». Sainz promete «mantener el apoyo a la temporada, respaldando con iniciativas municipales todo el conjunto de sinergias económicas que es capaz de provocar una temporada que está entre las mejores de España». Pero anuncia que complementará la programación «incidiendo en la música contemporánea, la cinematografía, el teatro o la literatura».

Entre otras propuestas, el PSOE también destaca convertir el teatro Filarmónica en un centro de apoyo a la creación cinematográfica, recuperar la dotación económica de los premios «Tigre Juan» y Ángel González», dotar de contenido el centro cultural del talud de la Ería, orientándolo a la historia de la ciudad, y trabajar con la Administración autonómica para convertir el Museo de Bellas Artes en un centro de referencia nacional.

Las propuestas culturales de los candidatos de ASCIZ, Celso Miranda, y la coalición Oviedo por la Izquierda, que encabeza Roberto, «Rivi», Sánchez Ramos, son coincidentes a la hora de identificar su programa con los planteamientos, en este caso citándolos por su nombre, del colectivo Oviedo SOS Cultura.

ASCIZ resume esta propuesta como «un gran pacto con la cultura», admite que todo han sido «buenas palabras y palmadas en la espalda» con este colectivo y propone «pasar de las palabras a los hechos». Así, insisten también en la puesta en marcha de una Fundación Municipal de Cultura como instrumento que combine «profesionalidad en la gestión» y «participación ciudadana y de los agentes culturales» en la programación municipal.

La propuesta de ASCIZ defiende un «cambio de paradigma en el modelo de gestión cultural». Celso Miranda lo resume como «más y mejor cultura al alcance de todos». En el detalle, proponen explotar con más aprovechamiento la red de centros sociales y otros equipamientos «de proximidad» y volcarse con programaciones hoy descuidadas, denuncian, como la infantil.

Roberto Sánchez Ramos, que también identifica su programa con el ideario de SOS Cultura, pone el énfasis en la gestión y en la participación. La gestión, indica, ha de hacerse a través de una Fundación Municipal de Cultura y la participación, gracias a un órgano consultivo y participativo de artistas y personas vinculadas al mundo de la cultura en Oviedo.

La programación cultural ha de desarrollarse, reclama, con «encuestas permanentes» y con descentralización de equipamientos. Sánchez Ramos propone, así, aprovechar los teatros de Trubia o el de Pumarín y, como ASCIZ, explotar la red de centros sociales.

No descarta tampoco el mantenimiento de las actuales líneas de programación, pero exige que esa oferta obedezca a «una demanda real y no a una ficción». Sánchez Ramos pone el ejemplo en este caso con una programación taurina «que desapareció en el mismo momento en que el alcalde no pudo hacer más corridas, sin ninguna manifestación y a pesar de la tremenda demanda que decían que había». El candidato de Oviedo por la Izquierda concluye que la cultura «es un elemento vertebrador; no sólo tiene que quedarse en determinados lugares, sino que hay que bajarla donde está la gente».