L. S. NAVEROS

La empresa austriaca Waagner Biro, encargada de la movilidad de la visera del palacio de Congresos de Santiago Calatrava, en Buenavista, alertó hace ya un año de que detectaba graves problemas de diseño que hacían muy peligroso el funcionamiento del ingenio. En un escrito fechado en junio de 2010, Waagner Biro declina toda responsabilidad en la operatividad de la visera, el mayor reto técnico de la compleja obra del Palacio, ya que requería el movimiento conjunto de 2.300 toneladas de acero.

«Basándonos en la detallada evaluación del diseño definido en los planos OB 26670 a OB 26679 preparados por Santiago Calatrava L. L. C., es nuestra clara convicción que hay un serio riesgo de colisión de las costillas móviles con la estructura fija bajo condiciones normales de operatividad. Esta colisión puede causar serios daños tanto en las costillas móviles como en la estructura fija, con la rotura de paneles de cristal que podrían causar accidentes personales y víctimas en el auditorio y en el centro comercial». Así de tajante se muestra la empresa austriaca en un escrito remitido a los responsables de la obra del Calatrava, en el que reclama que se haga una evaluación rigurosa de los riesgos y en el que declina cualquier responsabilidad ante posibles daños personales. De hecho, pidió que las distintas empresas vinculadas al proyecto «firmen la no responsabilidad ante daños y perjuicios que pudiesen ocasionarse por el diseño del arco frontal finalmente aprobado», con el que la empresa austriaca discrepaba.

Posteriormente, ya en marzo de este año, la empresa promotora asumió que la visera quedaría fija. Así se deduce de un escrito enviado por el estudio de Santiago Calatrava en el que se daban instrucciones técnicas para «asegurar la visera en su posición actual», es decir, para que quedara fija de forma permanente.

Los problemas en la ejecución de los trabajos del Palacio de Congresos, que ya está en uso, han llegado ya a los tribunales. La UTE Buenavista, integrada por las empresas Tradehi y Augescón, ha planteado un procedimiento judicial por el impago de parte de los trabajos que ejecutó en el complejo y el Juzgado ha dictado un embargo preventivo sobre parte de los bienes que la unión temporal de empresas pueda tener en el complejo.

Desde la UTE Buenavista se niega tajantemente que Fiaga -empresa constructora, de los mismos propietarios que la promotora, Jovellanos XXI- les rescindiera el contrato por incumplimiento de sus compromisos en la ejecución de los trabajos.

«En ningún momento se ha notificado cuáles son dichos incumplimientos», señalan desde la empresa, que reclama responsabilidades a Jovellanos XXI por los impagos de Fiaga. La UTE Buenavista achaca al estudio de Calatrava los problemas que llevaron a que la visera se dejara fija.