Chus NEIRA

Una caja de risas y un taller de humor. En eso se convirtió ayer el teatrillo de Cajastur en la calle San Francisco con la presencia de los humoristas gráficos Manel Fontdevila y Albert Monteys, y del siempre hilarante Pepe Colubi, entrevistador, moderador y copartícipe de las chanzas en la mesa redonda programada dentro del ciclo «Intersecciones». El título de la sesión, «Para ti, que eres joven», se refería directamente a la sección de humor gráfico que desde 1997 realizan Monteys y Fontdevila en la revista «El Jueves», cuya dirección los dos han asumido en distintas etapas. Y precisamente la revista de humor de referencia en España centró el debate, con la suerte de que Colubi también ha pertenecido al equipo de redactores.

Ni Albert Monteys (Barcelona, 1971) ni Manel Fontdevila (Manresa, 1965) quisieron nunca ser directores de «El Jueves». En realidad es una responsabilidad a la que llegaron después de haber pasado por el «consejillo de redacción» y que les supuso a los dos más problemas que otra cosa. Manel Fontdevila fue muy gráfico: «Yo dejé la dirección porque me pasaba la semana en un despacho y el viernes no sabía lo que había hecho. Si haces una tira, sabes que has hecho una tira. Un guión, lo mismo; pero si eres director, ¿qué has hecho cuando acaba la semana?». Y entre los problemas, Albert Monteys lamentó haberse «comido», entre otros, «el marrón de Letizia».

La portada secuestrada por orden judicial en la que los Príncipes de Asturias aparecían haciendo el amor en la cama, «por detrás, lo que algunos llaman el perrito», explicó Fontdevila, ocupó buena parte de las reflexiones y las preguntas del público. Sobre el escenario estaban dos de los responsables. Fontdevila fue el autor del guión, y Monteys era director cuando la Policía se presentó en la redacción y dijo «danos la revista». «Nosotros les dimos una caja con doce, pero ellos querían los moldes, así que acabamos hablando de fotocomposición», ironizó Monteys para explicar que la ley para secuestrar publicaciones es tan antigua que pide «moldes», cuando hoy en día las vías para transmitir las páginas son digitales. «Es que la Policía es antigua, no sabe secuestrar revistas, pero nosotros también debemos de ser muy antiguos, porque cuando dijimos al abogado que queríamos decir que habíamos sido todos, en plan Fuenteovejuna, nos dijo que no, que mejor que fuéramos sólo dos, porque eso serían billetes de avión sólo para dos y saldría más barato», relató Fontdevila.

El problema de la postura en la que fueron retratados los Príncipes de Asturias -«Ah ¿pero Letizia es de Oviedo?», se sorprendió Fontdevila- dio para más anécdotas. Los dibujantes explicaron que la mayoría de las veces que se dibuja a dos personas haciendo el amor se les retrata en esta postura porque es la que permite dibujar las caras de los dos. Así se lo explicaron al juez Del Olmo, que en el auto hablaba de «postura indigna». El caso, contaron, pasó luego a Grande-Marlaska. «Y este juez, no porque lo diga yo, porque él lo ha declarado, es homosexual», siguió Fontdevila, «y quitó lo de indigno del auto, porque supongo que debe de ser la que utiliza él».

Entre las preguntas del público, muy animado en el interrogatorio a los dibujantes de «El Jueves», salieron más polémicas. Algunas tan recientes como la portada en la que se ha retratado a Ortega Cano con un volante clavado en el pecho mientras un toro le suelta: «¡A que jode!». Fontdevila salió en su defensa: «El chiste es mío, es un chiste salido de tono. Yo no soy un humorista fino, soy bruto, y prefiero pasarme por arriba. El chiste es animal y lo que pasa es que muchas veces hay un humor muy descafeinado. Por ejemplo, cuando se muere alguien, no se puede hablar mal de él. Y una mala persona, como Gil y Gil, pasa a ser eso tan periodístico de un personaje muy controvertido. De repente, con la muerte, todos los hijos de puta pasan a ser controvertidos». Monteys abundó en que el problema de «El Jueves» es cuando sale del entorno de sus lectores y llega a otros medios y se disparan las alarmas o los insultos. Preguntados por un especial sobre medios como «Intereconomía», los dibujantes negaron la posibilidad de ironizar con ellos. «Porque con ellos el chiste ya está hecho».