Agua, ramas y fuego. Éstos son los ingredientes mínimos de cualquier noche de San Juan que se precie. En Oviedo, además, un grupo de activistas de la bicicleta decidió añadir algo más a la celebración de inicio del verano: dos ruedas.

La iniciativa partió de la asociación Asturias con Bici, apoyados por el Ayuntamiento, que a través del proyecto europeo «Sumobis» está potenciando el uso de la bicicleta en la ciudad. Los ciclistas lo sumaron todo: enramaron, al menos algo, sus bicicletas, llevaron cada uno una taza, para beber al menos en una de las fuentes, y salieron a las ocho de la tarde de uno de los caños más tradicionales de Oviedo, el del Fontán. La comitiva de ciclistas, niños y adultos, recorrió algunas de las fuentes de Oviedo para acabar en la plaza de la Catedral.

Este año, fueron ellos los que pusieron las ramas, ya que el Ayuntamiento no organizó el tradicional concurso de enramado de fuentes, y dedicó todos sus esfuerzos a animar las calles con grupos folclóricos y a la hoguera y la danza prima.

Aunque no hizo un atardecer muy cálido, los ciclistas no pasaron frío, hicieron deporte, disfrutaron de un San Juan singular y llamaron la atención de los vecinos reivindicando un medio de transporte ecológico y limpio.